Opinión

El Imserso nos inflige otro severo castigo, y sin dormir

Debo una explicación a los que me siguen entre las viñas de los jueves. Del 5 al 12 de abril, estuve con mi esposa en Palma de Mallorca, en un viaje  para pensionistas, con lo que no pude estar aquí.  En lugar de confiarme a Morfeo, el dios griego del sueño, que no tira a cualquier monte, como la cabra, la deidad lo hizo en origen al  Olimpo, y allí duerme e incluso sestea.  Me he fiado del  Imserso, digo, o Instituto de Mayores y  Servicios Sociales, que es un organismo de la S. Social encargado de velar por los talluditos. A veces nos levanta de la cama a tirones, a horas tan tempranas que no han llegado los 4 angelitos, para guardar otras tantas esquinitas de nuestra cama. 
Machín ya era mas progre en los años 50 que  algunos reformistas de su tiempo, cuando lo teníamos por  nuestro icono del bolero;  Deglané lo era de la radio y un tal Saludes, cartel frecuente en el Campo del Gas madrileño desaparecido hace tiempo, subsumido ya con anterioridad  en el   Rastro. El luchador representaba la fuerza, por vía de la lucha libre, menos brutal que el  boxeo y con mas tongos.  Al mencionado le gritaban “¡Saca pecho, Saludes!”, mas que un luchador parecía una señora de Hollywood, con pectorales tipo Anita Ekberg, que en cuanto ocupaba pantalla, sus mamas aguantaban mas miradas lascivas de las que cabían en el soporte.  Mas allá de los dichos, nuestro héroe era Machín, negrazo con encanto y  con licencia para abroncar al “(….) pintor de santos de alcoba, / si tienes alma en el cuerpo,/ por qué al pintar en tus cuadros / te olvidaste de los negros (…)”. Años después, mediados los 60,  frecuentaba servidor, por razones profesionales, el barrio de Corea madrileño –por la guerra de los primeros 50-, que así llamaban al bloque urbano contiguo al estadio Bernabeu,  donde se veían muchos soldados de la Base de Torrejón, algunos de ellos negros. Unos y otros alternaban con señoras de la buena vida, morenas de piscina de elite. Vale élite.
Ya dijimos que al inicio de este mes nos dejamos mecer por el Imserso.. Un lugar agradable, Palma de Mallorca, aunque durante nuestra estancia, algunos de los días, según nos dijeron,  Vigo tenía mejor temperatura que la capital balear. Sale ganador el alcalde Caballero, que al ensanchar  la calle del Doctor Corbal, antesala de A Guía,  ha decidido ocupar una buena parte de los seis metros de la acerona, con una estación meteorológica, en la que practicarán alumnos del Colegio de San José de La Guía; sic, así lo escriben. 
Ibamos a emprender el viaje a Mallorca con un Imserso estigmatizado. Hace un mes, estas págiinas recogían una declaración  del primer regidor  vigués, resumida en esta frase: “El Imserso mantiene Peinador fuera de sus salidas en 2018 (…)” y nos dan el mismo trato para lo que falta de 2017, es bastante. El 5 de abril, nuestro avión iniciaba el vuelo a Palma  aproximadamente a las 22,30, con lo que la entrada en el hotel Ipanema Park sería alrededor de las 24.00 horas. Tendríamos oportunidad de comprobar que el servicio, la limpieza y la comida eran dignos en el hotel de 3 estrellas. Desde que llegamos al establecimiento hasta alcanzar nuestra habitación, en un primero, pasaron 2 horas, las primeras de la madrugada del jueves 6 de abril. Dos personas en recepción no eran capaces de atender a tanto huésped, aparentábamos ser mas de 100, quizá me quede muy corto.
Mas dura será no la caída, sino la salida. El día 12 de abril, a las 4,30 de la madrugada, ya estábamos en pie, aseándonos, ultimando las maletas, etc, A las 5,15  y antes se servían los desayunos y a las 6 salía para el aeropuerto balear el autocar que hizo el enlace. A las 6,30, la normativa aeroportuaria nos obligaba a ponernos en posición de espera, hasta que 2 horas mas tarde, mas o menos, salía el avión camino de Santiago. En la Estación de Viajeros de Pontevedra estábamos a las 12 del mediodía y luego, cada cual por el medio que podía, se trasladaba a Vigo y otras poblaciones de la provincia. 
El  Imserso no solo lleva una temporada ofendiéndonos al depender de Lavacolla, cuando en Peinador  parece que hay demanda suficiente para llenar varios aviones con destinos diversos.
Según el Diccionario de dudas en versión digital, suele ser frecuente que se yerre, al confundir infligir o infringir, el primer vocablo significa causar daño o someter a una pena o castigo, y el otro término, incumplir los normas o leyes.  Los que se ocupan desde la Administración de que los veteranos mantengamos un envejecimiento activo, entenderán con nosotros que el mentado Instituto nos inflige daño al retirarnos de los pasillos para aviones cerca de casa. y por si no fuera bastante, desde la tan mentada institución, olvidan el trato que corresponde a pasajeros que durante muchos años llenamos la hucha, con nuestras cotizaciones, para que el responsable del desaguisado cobre sus mensualidades e incluso las 2 pagas de la alegría.  Que recuperen la memoria y nos dejen movernos con dignidad.
Desde la Tercera Edad no se olvida otra modalidad de viajes, los solidarios. Ayer mismo, miércoles, Clinica El Brus, anunicaba una salida a Senegal el 2 de agosto próximo, con regreso el 14 del mismo mes.
 

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