El historiador y miembros del Instituto de Estudios Vigueses, José Luis Mateo, presentó ayer una exposición de instantáneas inéditas que retratan la ciudad hace 117 años a través de las fotografías Aurelio da Paz do Rei
Edificios señoriales en los espacios para los que fueron concebidos, carros de caballos, trajes de época, suelos con adoquines y la siempre omnipresente Ría. Son las imágenes del Vigo de principios del siglo XX que la exposición comisariada por José Luis Mateo permite descubrir. Ayer se inauguró “Vigo na aurora do séc. XX. Um olhar inédito: a excursão portuguesa a Vigo em 1901”, donde a través de 48 fotografías de Aurélio da Paz dos Reis, se retrocede 117 años. Permanecerá en sala hasta el 14 de noviembre.
“Corresponden a una excursión de dos mil portugueses de Porto, Viana y Barcelos, que invitados por Manuel Diego Santos, llegaron a la ciudad en tren para fomentar los lazos entre Portugal y Galicia, fomentadas desde el Concello y desde Madrid”, explica Mateo, quien destaca que la clave está en la asistencia de Aurélio da Paz, autor de las fotografías y pionero del fotomatógrafo en Portugal: “Es el retrato de Vigo desde la mirada de un viaja familiar, como fondo se descubren un Vigo que ya no existe como el mercadillo junto al hotel Continental, en el primer relleno de la ciudad”. La comitiva, integrada por miembros de la burguesía lusa, fue recibida por las autoridades locales y supuso dos días de festejos, que incluyeron un paseo por la Ría con cuarenta vaporetos.
Esta exposición también recupera personajes destacados en la historia local como Manuel Diego Santos, organizador del evento que respondía a una visita viguesa a Porto un año antes. Santos fue un burgués liberal vigués que hizo fortuna en Brasil con la madera. En 1895 organizó el primer cuerpo de bomberos voluntarios de Vigo, que estuvo operativa hasta 1905 en que fue municipalizada. También fue uno de los promotores de la Escola de Artes e Oficios.
Mateo encontró estas imágenes, inéditas en Vigo, durante la investigación sobre las relaciones Portugal-Galicia en el Centro de Fotografía de Porto, donde la familia de Da Paz cedió el archivo fotográfico.
