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Huelva reconstruye la Nao Santa María de forma artesanal

La  Santa María fue la mayor de las tres embarcaciones que Cristóbal Colón usó en su primer viaje al Nuevo Mundo en 1492. Solo las carabelas la Pinta y la Niña lograron regresar.
Fue alquilada a Juan de la Cosa, un armador cántabro, permitía la presencia de 40 tripulantes y encalló frente a la isla de La Española. Con sus restos se creó el fuerte de Navidad.
photo_camera La Santa María fue la mayor de las tres embarcaciones que Cristóbal Colón usó en su primer viaje al Nuevo Mundo en 1492. Solo las carabelas la Pinta y la Niña lograron regresar. Fue alquilada a Juan de la Cosa, un armador cántabro, permitía l

 La embarcación pesará unas 200 toneladas y contará con una eslora máxima total de 28,30 metros y 7,96 metros de manga

n n n  Baiona fue el primer puerto de Europa que recibió la noticia del Descubrimiento de América. El 1 de marzo de 1493, la Carabela Pinta, capitaneada por Martín Alonso Pinzón, atracó en estas aguas y desde finales de los 90 una réplica de esta carabela funciona como museo flotante. Una de sus compañeras de viaje, la Nao Santa María, que nunca regresó a España, se está reconstruyendo en Huelva.
 La construcción de la Nao Santa María, avanza y continua a buen ritmo. Se trata de la réplica histórica del famoso navío de la flota colombina, que la Fundación Nao Victoria está construyendo en los astilleros de Punta Umbría con el apoyo de la Diputación de Huelva y la Fundación Cajasol, para conmemorar el 525 Aniversario del Encuentro entre Dos Mundos.
Tras cinco meses desde el inicio de la obra, ya se ha completado el molde y el laminado del casco de 28,30 metros de eslora y 7,96 metros de manga. A partir de entonces se ha comenzado con la instalación de sus refuerzos longitudinales y los mamparos para completar su estructura. Se están instalando a lo largo de su quilla más 10.000 kg. de lastre de barras de hierro corrugado -de los 70.000 kg. - y se está iniciando la construcción de las primeros tramos de cubierta. En paralelo, se han iniciado los trabajos de carpintería que dan forma a todas las piezas de maderas de su estructura y detalles. Un trabajo auténticamente artesanal, en el que ocho carpinteros bajo las pautas de un experto maestro de carpintería de ribera, definen, moldean y construyen todos los elementos de madera del barco. A día de hoy se han empleado unos 65 metros cúbicos de madera de iroko y ya se han realizado piezas como el timón, el cabestrante, el bitón de proa, la mesa de cabilleros del mayor y se están preparando las maderas para las tablas de las cubiertas. Poco a poco va cobrando vida la réplica del célebre navío. Todos y cada uno de sus elementos se van elaborando en un proceso constructivo único y singular en nuestros días. Innovación y la técnica se dan la mano con el saber y la tradición de siglos de nuestra construcción naval. Ingenieros, historiadores, enfibradores trabajan con carpinteros, rederos, veleros,  conformando un sustancioso número de profesionales y oficios de la mar que participan en su construcción. Junto a las tareas de carpintería continúan los trabajos para finalizar la estructura y el equipamiento del barco, y se tiene previsto que en agosto comiencen los trabajos de jarcias, cabullería y velas. La embarcación final pesará unas 200 toneladas y contará con una eslora máxima total de 28,30 metros y 7,96 metros de manga. Como la original, la réplica de la Santa María incorporará tres mástiles y un bauprés, siendo la altura del mástil mayor de 25 metros desde la línea de flotación. En la construcción usan cerca de 90m3 de madera de iroko, 250 m2 de velas y tres km de cabos. n
 

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