Sociedad

La hiperactividad afecta a un 6,8% de los menores en España

Luis Abad, director de los centros de desarrollo cognitivo Red Cenit que tratan la hiperactividad.
photo_camera Luis Abad, director de los centros de desarrollo cognitivo Red Cenit que tratan la hiperactividad.

La medicación para tratar el trastorno puede llegar a desaparecer con una buena rehabilitación funcional

La medicación es recomendable para el tratamiento del trastorno por déficit de atención con hiperactividad (TDAH), pero su consumo puede verse reducido e incluso desaparecer si se combina con una intervención terapéutica neuropsicológica que ayude a la rehabilitación funcional del menor afectado.


Así lo asegura Luis Abad, director de los centros de desarrollo cognitivo Red Cenit, en los que se ha desarrollado un modelo propio de intervención con el objetivo de reducir la medicación masiva que toman los afectados y acompañarla de la terapia más eficaz en cada caso.


El TDAH es uno de los trastornos del neurodesarrollo más frecuentes en la infancia y la adolescencia y se estima que en España afecta a un 6,8% de los menores, con una mayor prevalencia en varones, aunque también hay muchos afectados que no están diagnosticados.


Según Abad, actualmente este trastorno se diagnostica con el manual internacional de psiquiatría DSM-5, un cuestionario que rellenan los padres del menor con dieciocho preguntas, nueve relacionadas con el déficit de atención y nueve con la hiperactividad y la impulsividad. "En el cuestionario solo hay dos casillas, si y no, y todas las preguntas empiezan con las palabras 'a menudo', lo que supone una gran variabilidad y que haya gran cantidad de falsos positivos y negativos", según Abad, para quien no es un diagnóstico con criterios clínicos.

Puede pasar desapercibido
Según explica, los TDAH tienen subtipos y mientras el menor con un déficit de atención puede llegar a pasar desapercibido porque no molesta, es tranquilo y tarda mucho en hacer las cosas, los que tienen hiperactividad e impulsividad "no paran, no se centran y no cumplen las normas básicas de la casa".
"Ningún niño con TDAH tiene solo un problema de atención o de hiperactividad. Hay otras funciones ejecutivas que están alteradas como la flexibilidad cognitiva del cerebro, la capacidad que tenemos para cambiar de criterio cuando una cosa la estamos haciendo mal", señala.


Para controlar esas funciones ejecutivas, Red Cenit ha desarrollado baterías neuropsicológicas sensibles a las disfunciones del sistema nervioso central que ajustan más el diagnóstico y permiten ajustar los tratamientos: "Es como hacer un traje a medida de las necesidades del niño".


"Es necesario controlar cómo está sentando la medicación a cada niño", asegura para añadir que aunque la medicación es recomendable, "la mejor intervención es la combinación farmacológica y neuropsicológica, porque el cerebro funciona mal porque hay un desequilibrio químico que tiene que ver con los neurotransmisores".
A nivel neuropsicológico se evalúan tres áreas del cerebro: las mediales, donde se localiza la atención; las orbitrofrontales, donde están los procesos de control; y las dorsolaterales, donde se localizan la flexibilidad cognitiva, la memoria de trabajo y la planificación.


Aunque en los afectados se usa siempre como primer fármaco un metilfedinato, un derivado de una anfetamina, si en el menor predomina la rigidez cognitiva es mejor administrarle un no psicoestimulante como la atomoxetina, pero siempre hay que controlar "como está sentando la medicación en cada niño".

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