BRUNO LÓPEZ. Presidente de la Federación Gallega de Balonmano

"Me habría gustado un traspaso de poderes mejor"

Bruno López, en la toma de posesión el pasado 28 de diciembre.
photo_camera Bruno López, en la toma de posesión el pasado 28 de diciembre.

Bruno López (Carballo, 1984) busca dejar atrás el proceso electoral y centrarse en la gestión. Asegura que no todo son facilidades, pero se empeña.

Casi un mes después de la asamblea en la que fue elegido, ¿se ha encontrado con alguna sorpresa en la Federación?
La verdad es que desde el día 15 en que fui elegido al 28, en el que tomé posesión, me esperaba que hubiese un traspaso de poderes un poquito más... A día de hoy, no se ha producido un traspaso de poderes. Me estoy poniendo un poco al día y desde hace poco sí estoy en contacto con el anterior presidente. Me interesa saber la situación actual de la Federación, sobre todo a nivel económico, para poder presentar la junta directiva. Quiero que la gente sepa dónde la voy a meter. Tengo el grupo casi cerrado y lo diré a finales de este mes.

Se habrá encontrado una Federación parecida a la que conoció cuando estuvo.
El tema económico no lo puedo valorar porque ahora mismo lo desconozco. Pero el funcionamiento no me sorprende porque estuve once años y sé cómo van las cosas.  Las conversaciones con Ouro van bien pero fue una pena que no las hubiésemos hecho antes porque la competición sigue.

Vamos, que le hubiese gustado más prontitud.
Me habría gustado que hubiese sido un poco diferente, sí. Nos teníamos que haber sentado después del día 15 porque esto a lo que lleva es a malos entendidos.  Yo vengo con ganas de tirar para delante. Lo que no puede ser es que el balonmano sufra una situación electoral. Yo vengo a mejorar, no a hacer lo mismo o a empeorar las cosas.

¿Cree que hay mucho que cambiar?
Hay cosas que mejorar en el funcionamiento. Fundamentalmente, tengo que conseguir que el balonmano venda y a día de hoy no vende. Veo competiciones autonómicas y hay cosas que me dan pena. Estamos estancados. Sobre todo me urgen muchísimo dos temas: el arbitral –tengo que apostar por el colectivo en cuestiones de formación–, y el seguro deportivo. Ya he tenido una reunión con la compañía y hay cosas que me preocupan.

¿Problemas para renovarlo?
No es tanto eso como un tema de atención. Todas las semanas tenemos dos o tres llamadas por problemas con el seguro. Por ejemplo, que de la primera asistencia a la segunda pasan 20 días.

El de los seguros es un problema común a muchas federaciones.
Nosotros tenemos mucha siniestralidad. Llevamos tiempo con la misma compañía pero en los últimos años ha habido una serie de modificaciones de la póliza que lleva a problemas de funcionamiento. Espero que a partir de ahora podamos mejorarlo. De cara a la temporada que viene seguro que será así. Estos seis meses habrá que seguir con la misma póliza.

¿Ha tenido ya contactos con la Federación Española?
Coincidí en el Campeonato de España aunque ya antes llamaron para felicitarme. Tenemos el apoyo del resto de federaciones territoriales y del presidente de la Española. E institucionalmente, tanto ayuntamientos como Xunta se están volcando con nosotros. Me lo están poniendo fácil, al igual que la gente de la propia Federación.

¿Qué tal con la Xunta?
Bien. Hemos tenido ya una reunión y estamos viendo el convenio, flecos que quedaron de la anterior legislatura... Las sensaciones son muy buenas. No podemos olvidar que en julio tenemos un Mundial y eso nos hace tener conversaciones también con los ayuntamientos.

A nivel de la administración gallega, en los últimos años ha habido un descenso en las ayudas que denunció la Ufedega. ¿Se ha corregido ya?
Nosotros seguiremos dentro de la Ufedega porque creo que es un tema que Ouro planteó muy bien. A nivel de Xunta, nos vamos a pelear para que nos financie en el mayor porcentaje posible la actividad que desarrollamos. Pero creo que también nos tenemos que comer la cabeza mucho para mejorar lo que hacemos. Debemos proponer iniciativas nuevas y proyectos buenos y ambiciosos que animen a la Xunta a que los apoye. Si todos los años hago la misma actividad, yo me voy acomodando y la Xunta también.

Y búsqueda de inversión privada, supongo.
Por supuesto. A ese nivel necesitamos un cambio brutal, del cien por cien. La Federación Gallega genera muy pocos recursos a nivel privado y vamos a apostar muchísimo por eso. Voy a montar una estructura estable. Me encuentro que el 90% de la gente está en esto como voluntarios. Me gustaría poder exigir. 

A nivel de clubes, ¿cree que se empieza a dejar atrás la hecatombe causada por la crisis?
Justo hoy (por ayer) voy a ver al Octavio –en A Cañiza, partido de Primera Nacional–, que es una de las entidades que más ha sufrido. Tengo una reunión pendiente con ellos. Sí veo que hay una clara intención de cambiar la situación. En poco tiempo se va a estabilizar. Hay cosas que se están haciendo muy bien y otras que necesitan todo nuestro apoyo. Vamos a apostar por un asesoramiento, incidiendo mucho en la estructura de los clubes. Muchas veces se depende de una sola persona y cuando ésta se cansa, el club se viene abajo.
 

En la élite, ¿cómo encara la siempre difícil relación entre Federación y Asobal?
Los dos clubes gallegos en Asobal son asambleístas y en breve tendremos una reunión. El tema de Asobal es delicado y, sinceramente, Ouro me está orientando un poco. Tengo mi visión pero él lleva más tiempo y voy a seguir la línea que marcaba porque estoy muy de acuerdo. Tenemos que defender mucho más los derechos de nuestros clubes que los de Asobal.

Balonmano femenino, con Guardés y Porriño de máximos exponentes. ¿Se le da suficiente apoyo y visibilidad? 
Sinceramente, no. Somos los primeros que no le damos la importancia que tiene. Porriño y Guardés tienen un mérito impresionante. Estoy en contacto con los dos clubes y sé el esfuerzo que realizan. Por ejemplo, lo del Guardés en Europa fue una auténtica odisea. Te mentiría si digo que, hoy por hoy, apostamos igual por el balonmano masculino que por el femenino. Es algo que tenemos que cambiar.

El Guardés se ha quejado de la falta de ayudas para jugar en Europa. ¿Se suma a las quejas? 
Totalmente. De hecho, en breve tendremos una reunión de balonmano femenino. Porriño y Guardés tienen mucho que decir, pero también Carballal, SAR, Seis do Nadal, Chapela... Están en la segunda competición a nivel español y parecen los olvidados.

Cantera, ¿se está trabajando bien?
Tenemos que generar muchas más escuelas que acaben desembocando en clubes  sobre todo en Lugo y Ourense. Hay muy pocos equipos y los desplazamientos les suponen demasiado. Y después, hay clubes que lo están haciendo muy bien y ahí lo que nos queda es dignificar el papel de los entrenadores.

Sin nombres, ¿tiene claro ya su organigrama?
Tengo gente de las cuatro provincias. Mucha es desconocida pero va a sumar muchísimo y otra es conocida. Vamos a cambiar un poco. Es importantísimo que haya un representante de cada provincia pero no quiero que todo el peso de una provincia caiga en una sola persona. Va a haber un área de formación, por ejemplo, para toda Galicia y habrá un área técnica con un representante por provincia.

Un nombre propio, ¿Jota –José Ramón  Muñoz– va a seguir como director técnico?
Tuvimos una reunión el viernes. Nos entendimos y nos vamos a dar un tiempo. Si Jota quiere seguir, va a seguir, pero tenemos que atar unos flecos. Estoy muy contento con su trabajo y con el de los seleccionadores en el Nacional.

¿El nombre de los seleccionadores depende de esa continuidad ?
Se lo dije a él: yo no voy a nombrar a los seleccionadores. La persona que tenga la responsabilidad técnica es la que tiene que montar el grupo de trabajo. Si Jota sigue y él considera que tienen que seguir, pues seguirán. Él tiene que valorar también unos temas personales pero los dos nos llevamos una buena impresión de la reunión.n 

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