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‘El geriatra se preocupa de que el anciano no pierda su autonomía’

El jefe de Geriatría del Complejo Hospitalario Vigués, Xosé Ramón Vega, en el Meixoeiro.
photo_camera El jefe de Geriatría del Complejo Hospitalario Vigués, Xosé Ramón Vega, en el Meixoeiro.

El servicio, con cinco especialistas, atendió el año pasado 2.190 consultas y 1.150 ingresos

n n n El Servicio de Geriatría del Complejo Hospitalario Vigués, que se ubica en el Meixoeiro, atendió el año pasado 2.190 consultas externas y 1.150 ingresos. Solo los complejos de Vigo y Lugo tienen servicio de geriatría hospitalaria.
Es un servicio formado por cinco geriatras que se ocupa de los mayores de 65 años del área sanitaria, aunque a ellos no les gusta hablar de edades cronológicas sino biológicas porque una persona con 80 años puede estar en plenas facultades físicas y mentales mientras otra está discapacitada. Son pacientes complejos  no solo porque suelen tener muchas enfermedades sino por su “fragilidad” . De hecho, la principal preocupación de los geriatras son los mayores en situación de fragilidad: aquellos que tienen un alto riesgo de acabar siendo dependientes, hospitalizados o de morir cuando surgen pequeñas enfermedades. En estos casos, una neumonía que se cura con antibióticos puede acabar provocando una dependencia o la muerte. También se benefician especialmente de sus cuidados los mayores que ya han desarrollado un deterioro funcional y cognitivo.

síndromes geriátricos
Los geriatras están muy familiarizados con el manejo de los síndromes geriátricos. Uno de ellos tiene que ver con las interacciones de los distintos medicamentos y que son causa frecuente de ingreso y deterioro. Otro ejemplo es la manifestación de la enfermedad: una persona con demencia que tiene neumonía puede no tener fiebre ni tos ni expectoración, pero presenta un estado confusional agudo. “Una infección de orina, una neumonía, un infarto se pueden manifestar así y faltar los síntomas de la enfermedad. En el anciano no se manifiesta el órgano enfermo sino el órgano más debilitado previamente. Nosotros estamos más sensibilizados y tenemos formación específica sobre esto”, explica el responsable del Servicio de Geriatría, Xosé Manuel Vega Andión. Por ello considera beneficioso para el paciente mayor que el geriatra forme parte del equipo con otras especialidades. Un ejemplo es la Unidad de Ortogeriatría, que se creó con la apertura del Cunqueiro y de la que se ocupa una geriatra que colabora con el Servicio de Traumatología. En un solo año atendió el récord de 600 pacientes con fractura de cadera. “No hay nada más complejo que una persona anciana que se rompe la cadera. Corren el riesgo de quedar incapacitados y necesitan una persona acostumbrada a manejar patologías y tratamientos complejos, con una sensibilidad alta para reconocer cambios en la situación funcional y que se preocupe  de que vuelva a recuperar la vida que tenía antes”, indica. Otros servicios que se podrían beneficiar de esta colaboración estable serían cardiología ou oncolgía, pero por ahora se resuelve con una interconsulta. 
Geriatría cuenta con una unidad de agudos en el Meixoeiro con 30 camas, a las que suman 8 camas más para la recuperación funcional de pacientes que ingresan desde otros servicios para estabilizarse y que puedan recuperar su independencia. El servicio atiende un hospital de día que hace un seguimiento estrecho de enfermedades con alto riesgo de ingreso como la insuficiencia cardiaca. Finalmente,  está la unidad de consultas externas, que en este caso se restringe a los médicos de cabecera que dependían del Meixoeiro porque son cinco geriatras y por ahora no pueden llegar a más población. 

‘Es necesario colaborar con los servicios sociales’

En fecha reciente trabajadoras sociales del área sanitaria de Vigo alertaban del aumento significativo de personas mayores  que viven solas y de grandes dependientes en los hospitales, así comode la grave escasez de plazas sociosanitarias para atenderlos. Desde este colectivo, clamaban por una mayor coordinación entre el sistema sanitario y los servicios sociosanitarios para dar solución a estas pesonas cuando son dadas de alta. Preguntado por esta cuestión, Xosé Manuel Vega comparte esta propuesta. “Los médicos y la organización sanitaria no podremos asumir la avanlancha de pacientes mayores si no ponemos en marcha una colaboración estrecha con los servicios sociales. Un anciano cuando enferma se puede recuperar o, si son frágiles o con un cierto grado de discapacidad, puede que cuando enfermen terminen en  una situación de dependencia que les incapacita para volver a su domicilio proque viven solos o cuidando a otros enfermos. Si no mejoramos la atención sociosanitaria en el domicilio, en residencias o en la comunidad tenemos un problema”. Considera que es necesario profundizar en  este debate.  Los políticos tienen el problema sobre la mesa y de vez en cuando dan muestras de que la preocupación existe. Prueba de ello es que ayer mismo la Conferencia de Presidentes de Parlamentos  Autonómicos, que se reunió en Valladolid, se propuso exigir fondos a la Unión Europea  para elaborar una estrategia global contra la despoblación y también contra el envejecimiento de la población.
Las cifras de envejecimiento de Vigo son ligeramente más bajas que las del resto de Galicia(casi tres puntos menos). El 21% de los 293.000 habitantes de la ciudad  tienen más de 65 años. Desde este sector provienen la mayoría de enfermos crónicos y los ingresos hospitalarios.
 

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