La Guardia Civil realizó más de 1.400 pruebas de alcohol y drogas a conductores con motivo de la fiesta de la Arribada, que se celebró en la localidad de Baiona (Pontevedra) el pasado fin de semana, con el resultado de que 61 personas fueron denunciadas tras haber dado positivo.
A dos de ellas, concretan fuentes del Instituto Armado, se les han instruido diligencias, para su posterior traslado a la autoridad judicial, por superar la tasa del alcohol de 0,69 mg/l.
Estas dos personas pueden enfrentarse a una pena de prisión de tres a seis meses, a una multa o a trabajos en beneficio de la comunidad y, en cualquier caso, con la privación del derecho a conducir vehículos a motor por tiempo superior a un año.
El Subsector de Tráfico de la Guardia Civil de Pontevedra puso en marcha una serie de dispositivos para "garantizar la seguridad en las vías de comunicación y acceso" a la localidad de Baiona con motivo de la citada festividad.
Entre los objetivos de este tipo de acciones, abundan las fuentes, está "conseguir comportamientos más seguros de todos los conductores y poner fuera de la red viaria a aquellos que han consumido drogas o bebido alcohol superando los límites establecidos".
Durante los dispositivos, que estuvieron marcados por condiciones meteorológicas adversas, los efectivos de Tráfico realizaron 1.415 pruebas de alcohol y drogas, en las cuales 61 conductores obtuvieron un resultado positivo.
La Guardia Civil detectó, además, a tres conductores sin crédito de puntos asignados a su permiso de conducir.
Además, otros 165 fueron denunciados por diversos incumplimientos administrativos a la normativa de Seguridad Vial, entre ellos, exceso de velocidad, no haber sometido el vehículo a la ITV periódica, neumáticos en mal estado, no hacer uso del cinturón de seguridad y utilizar el teléfono móvil
