ADRIÁN ALONSO 'POLA'. Jugador vigués de la selección española

"El fútbol sala europeo es demasiado físico"

Pola, tras su gol ante Azebaiyán.
photo_camera Pola, tras su gol ante Azebaiyán.

A Adrián Alonso 'Pola' hay que tratarlo de usted.

El ala vigués tiene el carácter y la experiencia de un primer espada y asume el papel con responsabilidad y naturalidad en las horas previas al duelo clave de hoy ante Ucrania, con el pase a semifinales de la Eurocopa en juego tras su gol ante Azerbaiyán que dio la primera plaza del grupo y permitió esquivar a la peligrosa Portugal de Ricardinho. Mientras espera la batalla, analiza críticamente, hacia dentro y hacia fuera, un torneo que espera ganar. Está seguro de ello, incluso.

¿Sienta bien haber marcado un gol tan decisivo?
Sí sienta bien, aunque ojalá no hubiese sido el único y hubiésemos ganado por un resultado más abultado, que era lo merecido. Pero el fútbol sala es caprichoso y no quiso entrar la bola salvo en mi gol. Confíamos en tener ese acierto en el siguiente partido.

Desde fuera parece que les está costando entrar en calor.
Lo que la gente tampoco ve es que hemos jugado contra dos equipos que no expusieron prácticamente nada, se dedicaron a dar pelotazos y a encerrarse. Cuando un rival te hace eso es muy complicado porque no quiere arriesgar nada, sólo especula y espera una ocasión para meter un gol. Cuando nos vengan a apretar y el rival quiera jugar, como creo que será el caso de Ucrania, se verá una mejor versión nuestra. Del primer –empate ante Francia (1-1)– al segundo partido hemos mejorado bastante y mañana se verá aún más esa mejoría. 

Entonces, no están dando un nivel más bajo del que esperaban.
A ver... Viendo los resultados, sí que no esperábamos empatar el primer partido. Sabíamos que Azerbaiyán era un rival complicado pero es verdad que no nos estamos sintiendo todo lo bien que nos gustaría. Y no es por poner excusas, porque es para todos igual, pero la pista y el balón no están en las mejores condiciones, nos ecurrimos demasiado y eso en nuestro juego puede influir. Con todo, vamos en línea ascendente, estamos entrenando muy bien y el de Ucrania va a ser un partido diferente.

¿Se puede interpretar también que el nivel general es más alto, que cuesta más cada partido?
Claro. Eso lo vengo diciendo desde hace años y cada año mejora ese nivel medio. El fútbol sala europeo es demasiado físico, demasiado enfocado al contacto, a los golpes... Hay equipos que dejan de jugar por buscar más el contacto físico. Pero sí hay otros que están mejorando mucho, como por ejemplo Francia, aunque el otro día jugase así.

¿Y cómo hay que encarar ese fútbol sala físico que predomina, siendo también muy físico o apostando más por la técnica?
No digo que no haya que ser físico. Los árbitros son los que tienen que regular eso. Como bien nos dicen aquí en las reuniones, hay que proteger al jugador. Una cosa es que el juego sea físico y rápido y otra es que la gente se dedique sólo a defender, a dar un patadón, a dar hostias, hablando mal, y sin querer exponer nada en ataque. Porque al final te cargas el deporte.

Ahora toca en cuartos Ucrania, una selección a la que sí se esperaba en el más alto nivel.
Es una de las selecciones que juegan mejor. Le gusta tener el balón, jugarlo, defender arriba... Va a ser un bonito partido. Esperemos que caiga de nuestro lado y pasemos a semifinales. Va a ser un partido diferente a los anteriores.

A nivel de vestuario y tras los dos primeros partidos, ¿los veteranos han tenido que trabajar el aspecto mental, de confianza?
No, sinceramente no. El primer partido, viéndolo ahora ya clasificados para cuartos como primeros de grupo, casi nos vino bien. Para decirnos a nosotros mismos que no somos el único equipo que juega, que no vamos a ganar andando, que hay que hacer las cosas que sabemos porque si no, cualquier rival te puede mandar a casa. Eso sí, si nosotros jugamos a nuestro nivel y somos nosotros mismos, es muy difícil ganarnos. Esta selección está hecha para ser campeona. Confío mucho y desde el primer día dije que estoy seguro de vamos a ser campeones, pero tenemos que ir a cada partido pensando que es una final y que tenemos que hacer las cosas que nos definen.

A nivel personal, ¿cómo se está sintiendo? Se nota que tiene mucho peso en la selección.
Son muchos años. Desde el 2010 llevo muchos partidos y tengo la responsabilidad que me da esa veteranía. También en Inter, el hecho de estar siempre luchando por títulos, de querer ser mejor, de ganar más... Yo no hubiera estado aquí si no fuera por mi ambición y por mi trabajo diario.

¿Y quién se lo inculcó?
Inculcar esa ambición... Desde pequeño he sido muy competitivo en todo. Cuando llegué a Santiago, esa competitividad me la metieron en la piel más aún. Yo no era un jugador defensivo hasta que llegué allí y me cambiaron por completo, me hicieron un jugador muy defensivo sin renegar del ataque. Desde ahí puede venir ese carácter más competitivo, de querer mejorar hasta el día que me retire.

Con 29 años aún le queda cuerda para rato.
Espero. Al más alto nivel estaré hasta que aguante mi cuerpo. Me cuido muy bien la dieta para llegar en la mejor condición a la mayor edad posible.n

Te puede interesar