Opinión

fonsi y dobarro

Pasó Luis Fonsi por Vigo hace unas semanas, poco antes de que su canción se convirtiera en el vídeo más visto en youtube en toda la historia. A día de hoy van ya 3.200 millones, a un ritmo de 30 millones al día, lo que quiere decir en términos estadísticos -ya se sabe, si uno como dos lechugas y otro ninguna ambos despachan una- que la mitad de la población mundial ha oído alguna vez “Despacito”. Lleva varias semanas de número uno en Estados unidos -no es la primera canción en español que lo consigue- pero también en el Reino Unido, que parece mucho más difícil, y por supuesto en casi todos los países del mundo salvo Letonia y Ucrania, por motivos que se me escapan. Aunque el Reguetón universal resulte un invento terrible, la estructura del producto de Fonsi está muy pensada y ha dado resultado no por casualidad. Y para el idioma castellano supone colocar en pleno dominio anglo un tema número 1 mundial. Tiene importancia. Mucha. 
Viene esto a cuenta de que recientemente ha habido otro intento, el enésimo pero no definitivo, por recuperar la memoria y los logros de Andrés Dobarro, el genial ferrolano que en pleno franquismo decidió cantar sólo en gallego y logró cuatro números 1, algo que no se ha repetido desde entonces. Lo más cercano fue Reixa y su "Fai un sol de carallo", que por cierto es una frase incorrecta gramaticalmente como él mismo ha reconocido. 
Galicia le debe un homenaje serio y unánime a Dobarro, el reconocimiento a un trabajo bien hecho y que tuvo enorme trascendencia, a una persona atrevida y honrada que quiso llevar el gallego a todas partes. Nada menos. Uno de los primeros Día das Letras Galegas se dedicó al rey Alfonso X por sus Cantigas. Después de todo, no eran ni más ni menos que canciones populares en gallego producidas en el Medievo. Andrés merecía otro tanto. Continuará...

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