Patrullas camufladas que ya vigilaron Coia, sin incidentes, se despliegan en Bouzas y lo harán en la procesión del Cristo
n n n A pesar de las miles de personas que durante el fin de semana abarrotaron Bouzas con motivo de los fuegos artificiales, apenas se registraron incidentes destacables. Una única denuncia por el hurto de una cartera, un robo con intimidación por parte de dos menores y la identificación de otros tres, en desamparo, que tras las fiestas habían saltado la valla de la antigua fábrica de Alfageme. Según confirmaron fuentes policiales, durante las fiestas de verano, patrullas camufladas vigilan por la seguridad de los eventos con mayor afluencia de público.
La primera cita fue en Coia, con el mejor balance de los últimos años, señalan en Comisaría. Ahora, los agentes se centran en Bouzas, donde hasta mañana, último día de fiestas, se prevé que siga atrayendo el mayor número de visitantes de la ciudad. Además de los conciertos en Castrelos, la siguiente cita importante será la procesión del Cristo, que reúne cada año a más de 200.000 personas.
El operativo especial, puesto en marcha hace ya varios años, se mantiene a petición de las propias comisiones de fiestas que solicitan en algunos casos a la Policía, antes del inicio de las mismas, la intensificación de vigilancia para evitar incidentes graves.
El mayor riesgo de las multitudes en el verano festivo se refiere a los hurtos de carteras y bolsos y aunque durante el sábado se interpusieron tres denuncias, ninguna de ellas tenía relación con este método de sustracción que sí dejó no obstante una única víctima ayer domingo.
Mención especial merece ‘O Marisquiño’, otra de las multitudinarias concentraciones en la ciudad y que tendrá lugar a principios de agosto. Tanto Policía Nacional como Local acuerdan cada año un operativo de seguridad a lo largo de los días que duran las exhibiciones de cultura urbana, un referente a nivel internacional que entra en su 17 edición.
