Opinión

Felipe VI, marca España

Con el almuerzo que este viernes ofreció la Universidad de Oxford en honor de los Reyes de España se dio por concluida la visita de Estado que Felipe VI y doña Leticia han protagonizado con indiscutible éxito de crítica y público. Si me apuran, más por la parte británica que por la española. Tal vez porque aquí hemos descontado el valor añadido sobre la marca España que siempre aporta nuestra más alta representación nacional. La que encarna el jefe del Estado a todos los niveles. Básicamente, el político, el económico y el humano.
El Rey de España es un poderoso avalista de la marca España en su mejor versión: moderna, democrática, progresiva, tolerante y abierta al mundo. Por eso hablo de valor añadido cada vez que Felipe VI hace sus deberes fuera del país. En este caso, tanto en los vistosos arropamientos protocolarios, como al ser recibidos por Isabel II y el duque de Edimburgo antes de acceder al Palacio de Buckingham, como en los discursos oficiales o no. Brilla sobre todo en ese terreno.
De los pronunciados en su viaje al Reino Unido, el de más contenido y mayor repercusión se escuchó el miércoles pasado en el Parlamento de Westminster. Valiente pero respetuoso con las decisiones soberanas del Gobierno británico, el Rey hizo una apología de Europa en el país que acaba de darle un portazo a la Unión Europea. Y no rehuyó el tema de Gibraltar, que es la espina que España tiene clavada desde hace más de tres siglos, con sensatas apelaciones al diálogo encaminado a encontrar "fórmulas satisfactorias" para ambas partes.
No puede ser de otro modo. Por lo mucho que une a los dos países. A todos los niveles. Baste recordar que el dinero español invertido en el Reino Unido supera los 30.000 millones de euros, con presencia de empresas tan españolas como el Banco Santander, Telefónica, Iberdrola y Ferrovial. Y que en España viven unos 800.000 ciudadanos británicos, aunque no estén registrados más allá de 300.000, mientras que son 260.000 los ciudadanos españoles asentados en el Reino Unidos, aunque solo estén registrados 130.000.
El caso es que los Reyes de España han triunfado en Londres como antes triunfaron en París. Recordemos que hace un par de años también pronunció un discurso de hondo calado político en la Asamblea Nacional francesa que fue interrumpido en varias ocasiones por los aplausos de los diputados.
Justo en el nicho ecológico del republicanismo. Sin embargo, Felipe VI abrazó como patrimonio común valores tan republicanos como la sed de libertad, igualdad y fraternidad. En ese sentido, llegó a decir: "queremos más Francia", como exigencia de fidelidad a dichos valores y homenaje a los republicanos españoles que lucharon por ellos.

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