Abrir Vigo al Mar ha tenido un enorme impacto en la vida de los vigueses: en los miles de conductores que a diario pasan por el túnel entre Berbés y Areal y en los miles de peatones que utilizan el ámbito de las Avenidas para pasear, tomar un café, ir a la Xunta, al centro comercial A Laxe o a la Estación Marítima. Todo esto era impensable hace 20 años así que el objetivo original está cumplido y con todo éxito: Vigo dispone de una gran plaza acotada con edificios para que el entorno no sea un descampado inútil. Porque de eso se trata: de una zona viva y para ello hacen falta atractivos. ¿Qué diríamos si Abrir Vigo al Mar fuera un erial, un vacío absoluto ante la Ría? Precisamente por ello comerciantes y hosteleros del Náutico respaldan dar un paso más allá y el gabinete de arquitectura Urban Prospects ha asumido el reto e incluso le ha puesto nombre: Volver a Abrir Vigo al Mar. Lo que significa mejorar lo que hay con más elementos para que sea cada vez más usada por vigueses y visitantes. Añadamos una piscina de agua marina, un carril bici y quizá un acuario y se multiplicarán los visitantes. También la calidad de la ciudad.
Abrir Vigo al Mar supuso además del desarrollo del mejor programa urbanístico de la historia reciente un éxito de colaboración institucional, un modelo que habría que repetir, con cuatro administraciones públicas colaborando en la misma línea. Lo más cercano ha sido el acuerdo para construir el Centro Vialia y estación de autobuses, con la iniciativa privada al lado del Ministerio de Fomento, el Concello y la Xunta. Para construir Vigo hace falta precisamente eso. Continuará...
