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Evitó una humillación

Rubén Blanco sacó un mano a mano a Rául de Tomás en la primera parte del partido de ayer.
photo_camera Rubén Blanco sacó un mano a mano a Rául de Tomás en la primera parte del partido de ayer.

Si el Celta llegó vivo al tramo final del partido y con opciones de empate fue gracias a las intervenciones del portero de Mos durante cincuenta minutos. Sacó hasta tres mano a mano en los que combinó acierto con la inoperancia de Raúl de Tomás y Trejo en el remate. 


Todo ello en una noche que no empezó bien para el canterano céltico, que encajó el primer gol a los tres minutos y un mal despeje estuvo a punto de costarle el segundo al Celta. Serían los errores que se pueden atribuir en una tarde de mucho trabajo. 
Poco después comenzó su recital particular al sacar 'in extremis' en el área pequeña un balón a De Tomás cuando el delantero, en lugar del remate, intentó un recorte. Después, al borde del descanso, tapó a Trejo un mano a mano tras un error en el despeje de Hugo Mallo y la tercera parada clave llegó al inicio del segundo acto. En este caso, volvió a sacar con las manos un nuevo disparo desde el área pequeña de Trejo, que superó a cuatro oponentes antes de rematar sin presión. 
Igual pudo hacer algo más en el tercer tanto, aunque el remate de De Tomás fue muy potente y el margen de reacción era escaso. En todo caso, salvó de goles muy claros a su equipo en un mal partido a nivel colectivo.n

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