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Estrellas buscan destino

Todo apunta a que Ibrahimovic no volverá a jugar esta temporada.
photo_camera Todo apunta a que Ibrahimovic no volverá a jugar esta temporada.

El Manchester United dispone de un plantel de lujo pero su temporada ha generado dudas

El United está protagonizando una temporada llena de dudas, fuera de los cuatro primeros en la Premier y sin demasiada contundencia en Liga Europa. Jose Mourinho trata de hacer arrancar a un equipo plagado de estrellas pero con lesiones claves.
La portería, con dueño en la Premier -David De Gea–, cambia de inquilino en la Liga Europa, competición en la que juega Sergio Romero. El guardameta argentino, sin apenas minutos desde su llegada al club, se ha reivindicado los jueves con varias actuaciones de mérito. En defensa, sólo el ecuatoriano Antonio Valencia en la derecha y el marfileño Eric Bailly en el eje de la zaga parecen fijos. Las lesiones han impedido a Chris Smalling, Marcos Rojo y Phil Jones asentarse y suele jugar el que no está lesionado. El lateral izquierdo parece ahora tener dueño, después del tirón de orejas de Mourinho a Luke Shaw. El joven internacional inglés pugna en el puesto con Daley Blind y el veterano Ashley Young, suplentes habituales.
En el centro del campo, Michael Carrick, el termómetro de este equipo, acompaña a Paul Pogba mientras que Ander Herrera entra dependiendo del rival. Si juega, no lo suele hacer Jesse Lingard, en un once en el que Henrikh Mkhitaryan en la mediapunta y el jovencísimo Marcus Rashford entrando por la izquierda tienen sitio fijo.
La punta del ataque también tiene dueño: Zlatan Ibrahimovic. El ariete sueco ha sido, probablemente, el jugador más en forma del United esta temporada, pero una inoportuna lesión en la vuelta de cuartos contra el Anderlecht lo apartará del equipo.
El once tipo del United sería el siguiente: De Gea; Valencia, Bailly, Rojo o Smalling, Shaw; Carrick, Pogba, Ander Herrera o Lingard; Mkhitaryan, Rashford o Martial y Zlatan Ibrahimovic.
En su camino hasta las semifinales, los hombres de Mourinho se han deshecho de Fenerbahce, Feyenoord y Zorya Luhansk en la fase de grupos, Saint-Étienne en dieciseisavos, Rostov en octavos, y Anderlecht en cuartos. Con la única excepción del duelo ante el Saint-Étienne (3-0 y 0-1), el equipo ha tenido más problemas de los previstos y se aferra a su fortaleza en el Teatro de los Sueños –6 triunfos en 6 partidos– para sentenciar las eliminatorias.

Ibrahimovic se perdería el resto del curso a falta de confirmación

El Manchester United no hizo ayer comunicado oficial alguno sobre el estado físico de Zlatan Ibrahimovic, que el pasado jueves se retiró del campo durante el partido ante el Anderlecht tras sufrir una lesión en su rodilla derecha. Sin embargo, diversos medios de comunicación ingleses dan por hecha una lesión de gravedad en dicha articulación que impediría al delantero sueco jugar en lo que resta de temporada y que lo tendría apartado de los terrenos de juego más de medio año. Se trata de una ausencia más que sensible y ya justo después del partido, su entrenador, el portugués Jose Mourinho, se mostraba pesimista sobre la gravedad de su dolencia. También se lesionó el jueves Marcos Rojo, que podría también perderse la eliminatoria con el Celta.
A la espera de la oficialidad, se da por hecho que Mourinho apurará la reaparición de Wayne Rooney, hasta ahora también lesionado. 

Mourinho, que ya perdió en Vigo, aguó antes el homenaje a Gudelj

 El Manchester United dispone de un buen puñado de futbolistas que suelen atraer todos los focos. Pero, en ese sentido, su gran estrella está en el banquillo. Jose Mourinho, que antaño despreció la Liga Europa porque la ganó Rafael Benítez con el Chelsea para meterlo en Liga de Campeones –"no quiero ganarla. Sería una gran desilusión para mí"–, busca ahora ese mismo objetivo como el camino más probable para dar algo de lustre a su primera temporada en el banquillo de Old Trafford.
El regreso a España del portugués Mourinho aumentará el interés mediático en la eliminatoria celeste en toda España. El ex madridista sigue generando odios y amores intensos y sus comparecencias son casi tan esperadas como los partidos. Pero de todo ello ya sabe el Celta, que cató la personalidad del portugués mucho antes de que llegase al banquillo madridista.
Fue el 27 de marzo de 2003 cuando Mourinho apareció por Balaídos como primer entrenador del Oporto para tomar parte en el homenaje a Vlado Gudelj. Y la lió. Hizo caso omiso al carácter especial del encuentro y no permitió que el homenajeado, ya retirado y fuera de forma para afrontar un encuentro de tal calibre, se luciese siquiera mínimamente. Durante los primeros 29 minutos del choque, los que estuvo sobre el campo, el ahora delegado céltico apenas pudo tocar el balón ante el intenso marcaje de Carvalho y Peixoto. Por lo tanto, el serbio se tuvo que contentar con dar una vuelta de honor al estadio cuando fue sustituido por Alexander Mostovoi.
Después de su primera polémica visita, Mourinho se midió al Celta en su última temporada al frente del Real Madrid. Y lo hizo tanto en Liga, con dos victorias –2-0 en el Bernabéu y 1-2 en Balaídos–, como en Copa del Rey. En esta última competición, aquel Celta que se salvó en la última jornada asustó al conjunto blanco ganando en la ida en Vigo tras un 2-1, con goles de Bermejo y Bustos, que remontó en la vuelta con un 4-0.

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