Cartas al director

Esto no es Hollywood ¿o quizás sí?

 Hace seis meses el Director Artístico del Teatro de la Zarzuela se puso en contacto conmigo para estudiar la posibilidad de estrenar mi ópera "Romance de lobos", basada en la obra de teatro homónima de Ramón María del Valle-Inclán. Mi partitura tiene una duración de 65 minutos. El Director Artístico dijo que, para que la obra pudiese ser programada dentro de la temporada lírica 2019-2020 del teatro, era necesario"alargar la obra hasta alcanzar la duración de una hora y veinte minutos" (palabras textuales). Esto suponía dedicarme a componer durante meses. Todo ello sin ningún tipo de contrato. Además, el teatro deseaba tener la exclusiva del estreno de mi ópera hasta noviembre de 2019, aunque sin comprometerse por escrito a realizar el estreno de la misma en dicha fecha, lo que me obligaba a mantener mi ópera sin divulgar y rechazando otras posibles ofertas de otros teatros durante 2018.
 Por si todo esto fuese poco, el pasado 10 de enero recibí un email del Director Artístico del Teatro de la Zarzuela en el que decía textualmente, "me parece fundamental que tengamos una reunión con el libretista y con el director de escena lo antes posible para escuchar la música a piano, incluidos los interludios, y valorar si dramatúrgicamente esta solución puede funcionar o si, por el contrario, tenemos que hacer alguna modificación o pensar en otras soluciones"
 En todos los años que llevo recibiendo encargos nunca he escuchado algo semejante. En el mundo profesional de la ópera el compositor termina la partitura y a partir de ese momento los siguientes artistas involucrados empezarán su trabajo respetando en todo momento dicha partitura y sin poder hacer cambios ni poder exigírselos al compositor. La vigente Ley de Propiedad Intelectual asegura a los autores el derecho a la integridad de la obra según establece el artículo 14.4 de la misma ("El autor tiene derecho a exigir el respeto a la integridad de la obra e impedir cualquier deformación, modificación, alteración o atentado contra ella que suponga perjuicio a sus legítimos intereses o menoscabo a su reputación").
Le hice la siguiente pregunta al Director Artístico del Teatro de la Zarzuela. ¿Hay o ha habido en el Teatro de la Zarzuela algún artista o trabajador al que se le diga que trabaje (como a mí para ampliar la partitura de ópera), que tenga que entregar su tarea para ser valorada o examinada, y además con el requerimiento de que es posible que tenga que seguir trabajando para hacer modificaciones, todo ello antes de contratarle? 
Su "respuesta" fue desestimar definitivamente el proyecto de estrenar mi ópera. ¿Es admisible esta manera de proceder en los responsables de un teatro público? En Hollywood, donde no rige una Ley de Propiedad Intelectual como la nuestra, un productor puede hacer y deshacer la obra de un autor... pero, por lo menos, así está estipulado en un contrato firmado por ambos.