‘Entiendo que la causa palestina despierte empatía, pero no antisemitismo’

El embajador Raphael Schutz, en los jardines de Os Escudos. foto: nuria perez.
Invitado por la asociación Amizade con Israel, Raphael Schutz, el embajador israelí en España participó en una charla coloquio en el hotel Os Escudos. Este acto significó el broche final a dos días de intensa actividad diplomática y encuentros con los máximos dirigentes gallegos y vigueses. Con motivo de su visita, analizó la situación de su país para este diario.
Alto, con pequeños y penetrantes ojos azules, Raphael Schutz, el embajador de Israel en España llegó al hall del hotel de Os Escudos con paso firme y decidido. Flanqueado por tres guardaespaldas que lo acompañan a todas partes, Schuz estrechó la mano con fuerza y tomó asiento. Con cambios constantes de postura, pero con la mirada fija, el embajador israelí contestó cada una de las preguntas con naturalidad, sin mostrar el más mínimo efecto ni reacción ante las cuestiones.

¿Cree que el conflicto palestino-israelí tendrá una solución?
En términos generales, creo que sí. Pero hay que reconocer que es un enfrentamiento larguísimo de más de 60 años, no se ha logrado un acuerdo. No caben las actitudes simplistas, posturas frívolas o estereotipos.

¿Se ha sentido alguna vez incomprendido como israelita?
Entiendo que la causa palestina despierte la empatía en mucha gente. Merecen sus derechos en lo personal y como nación. La causa palestina en sí no es una amenaza, ni la consideramos en contra de Israel. Simpatizar con los palestinos no tendría que significar el antisemitismo, y a la inversa. Lo contrario son las opiniones simplistas a las que me refería.

¿En qué punto están las negociaciones?
Esto no empezó ayer. Hay momentos claves en la historia de las negociaciones como el tratado de Oslo, en 1993, al que le siguieron 16 años sin acuerdo; o las conversaciones de Anápolis en 2007, que marcaron un hito en el proceso. Es difícil predecir, pero hay unos puntos innegables: el primer ministro israelí acepta que la solución pase por la creación de un estado palestino, un giro dramático en su postura, que no ha sido valorada en toda su magnitud; un amplio consenso en la sociedad israelí, el 80%, que apoya esta política, al igual que la comunidad internacional; por otro lado, Palestina está dividida entre los que apoyan la negociación y los terroristas. Otro aspecto, es el mundo musulmán que rodea a Israel y no lo reconocen como Estado: el más peligroso Irán, fundamentalista y nuclear.

¿Qué no sacrificarían en el camino hacia la paz?
El denominado derecho de retorno. Israel no aceptará la vuelta de los refugiados palestinos a su Estado, cuando ello supondría un desequilibrio demográfico; podrán hacerlo al futuro Estado palestino. Permitirlo sería lo mismo que negar la existencia de Israel.

¿Identifica la situación palestina con la persecución a los judíos?
Esa identificación es falsa y no refleja la realidad. Creo que es un intento de Europa de lavar la conciencia ante la persecución histórica a los judíos, para decir, ‘ves ellos también lo hacen’.

¿No cree que la violenta defensa israelí genera más odio?
Acepto que cometemos errores, incluso crímenes de guerra, pero eso no es nuestra política y son perseguidos. Pero, interesa recalcarlo por ciertos sectores, como el tema del muro: el 97% es una simple valla, que se levantó para evitar cientos de muertos cada mes. Pero es criticable, mientras una valla para frenar la inmigración, no.

‘Nos interesa España para entrar en Latinoamérica’

¿Cómo ha sido el recibimiento en Galicia?
Estoy muy satisfecho: primero por la organización de la asociación Amizade con Israel, que programaron estos dos días hasta el último detalle; y después, a nivel institucional han resultado muy provechosas mis reuniones con el alcalde de Vigo y con la presidenta de la Autoridad Portuaria, además hicimos un recorrido por el Puerto. Hablo en plural porque en la agenda me acompañó la delegada comercial de la Embajada y el presidente de la Cámara de comercio.

¿Qué enfoque tuvieron estos encuentros?
Los contactos que mantuvimos se enfocaron al plano económico entre Israel y Galicia, ya que tal y como me manifestó el presidente de Galicia, existe un gran potencial, que toma mayor importancia en tiempos de crisis. A Galicia le corresponde el 5% del volumen de negocio que mantenemos con España, unos cien millones de euros de los 2 mil millones, y nos parece poco.

¿Cuáles son los sectores que más les interesan?
Estamos en el inicio de un proceso de análisis, pero somos países que nos complementamos: Israel tiene el I+D+i más alto del mundo, el 4,7 del PIB, frente al 3 de la UE y al 1 de España; pero es un país pequeño, y España tiene gran capacidad de márketing y nos interesa como plataforma para entrar en la comunidad hispana de América y en Latinoamérica, en este sentido, la influencia de Galicia es fundamental a través de sus organizaciones de emigrantes.

¿Y cuál es el paso a seguir?
Estamos trabajando en sentido práctico, por lo que queremos abrir aquí una sucursal de la Cámara de comercio.

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