España

La elección del presidente enfrenta a JxCat y Esquerra

Los diputados electos Turull y Rull leen el mensaje enviado por Puigdemont en el homenaje a Maciá.
photo_camera Los diputados electos Turull y Rull leen el mensaje enviado por Puigdemont en el homenaje a Maciá.

Los independentistas abordan otra tarea urgente, la composición de la Mesa del Parlament

nnnJunts per Catalunya (JxCat) y ERC buscan hacer valer la mayoría absoluta independentista surgida de las urnas el 21 de diciembre renovando el pacto que les permitió gobernar juntos en la última legislatura, aunque persiste aún la incógnita de quién será investido presidente de la Generalitat.
La convocatoria para la constitución del Parlament de Cataluña el próximo 17 de enero, anunciada el viernes por el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, hará que ambas formaciones tengan que avanzar con cierta urgencia en las negociaciones postelectorales para llegar a un acuerdo sobre el candidato que presentarán ante la cámara para ser investido como president.
Pese a la victoria en votos y escaños de Ciudadanos en las elecciones del 21D, los 70 diputados que suman JxCat, ERC y la CUP hacen más que improbable que la presidencia del futuro Govern recaiga en Inés Arrimadas, si bien las negociaciones entre las tres fuerzas independentistas tampoco se presentan sencillas. En este sentido, la diputada de JxCat Elsa Artadi aseguró ayer que la propuesta de su partido pasa porque Puigdemont, actualmente en Bélgica, sea investido presidente de la Generalitat, con Oriol Junqueras, encarcelado en la actualidad, como vicepresidente. "Pensar en cualquier otra opción es entrar en el marco mental del 155, en el que Rajoy puede cambiar al presidente", remarcó.
Tras unos primeros contactos telefónicos, JxCat y ERC programaron su primera reunión para el pasado miércoles, un encuentro envuelto en la más absoluta discreción, para abordar no sólo la configuración del nuevo Govern, si no también otra tarea más urgente, un pacto sobre la composición de la Mesa del Parlament.

El paso atrás de Forcadell
Junts pel Sí, coalición que integraba a la antigua CDC y a ERC, disponía hasta ahora de mayoría, cuatro de los siete miembros, en la Mesa, un órgano clave para la tramitación de iniciativas y la ordenación de los debates parlamentarios. Y la mayoría independentista lograda el 21D les permite renovar su preeminencia en la Mesa y designar la nueva presidencia del Parlament, que podría asumir una persona distinta a Carme Forcadell, que dada su delicada situación judicial sopesa dar un paso atrás.
Una vez fijada para el 17 de enero la sesión constitutiva del Parlament, en los diez días hábiles posteriores deberá celebrarse el debate de investidura. El candidato debe obtener la mayoría absoluta de los votos, es decir, un mínimo de 68 sobre 135. En caso de no reunir suficientes apoyos, en la segunda votación basta con mayoría simple.
El artículo 67.3 del Estatut prevé que si transcurridos dos meses desde la primera votación aún no se ha podido elegir al president, el Parlament queda disuelto "automáticamente", lo que conduciría a unas nuevas elecciones al cabo de 54 días, a finales de mayo. 

Dos citas judiciales a primeros de enero que aclararán el futuro

Las negociaciones para la formación de gobierno se encuentran condicionadas por dos citas judiciales próximas. La primera será el 4 de enero, cuando el Tribunal Supremo analizará la situación del vicepresidente del Govern cesado, Oriol Junqueras; una semana más tarde, el día 11, el juez del Supremo Pablo Llarena tomará declaración a otros dos presos soberanistas, Jordi Sànchez y Joaquim Forn, ambos elegidos en las listas electorales de JxCat y que también esperan ser excarcelados. Una vez se sepa en qué situación quedan los tres podrán avanzar las conversaciones sobre la investidura del presidente catalán, que JxCat insiste en que sea Puigdemont, aunque no está claro como podría asumir el cargo.
Fuentes de JxCat explican que se están analizando diversos escenarios, incluso el de su vuelta a Cataluña, contando con que si regresase de Bélgica "voluntariamente" para declarar ante el Supremo "se entendería que el riesgo de fuga no existiría" y por lo tanto "no habría motivo" para ordenar su ingreso en prisión.
Pero aunque no se descarte su regreso, en JxCat ya preparan un plan B para que pueda ser investido en su ausencia, eventualidad que podría obligar a aprobar una nueva reforma del reglamento de la cámara antes de la sesión de investidura, para permitir el voto telemático sin necesidad de que sea presencial.
ERC ya ha dejado entrever que recela de una investidura en ausencia de Puigdemont y apunta a Junqueras como alternativa si el presidente cesado no vuelve a Cataluña o es detenido al regresar.
 

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