Opinión

El celta, Mos y Vigo

El Celta se queda en Balaídos pero se marcha a Mos a entrenar pero no sólo, también a mucho más: a construir un complejo comercial en un par de años que ya cuenta con todas las bendiciones. Será uno de los más importantes que se están planteando en torno a la ciudad, con 120.000 metros cuadrados de superficie útil. Mos tiene Plan General, y Vigo no, pero hay otros motivos que explican el regalo al vecino municipio, quizá el más "vigués" de todo el área metropolitana. El Celta tendrá su propio parque y su marca servirá de importante tirón. En plena ola comercial se ha colocado en cabeza. Enhorabuena a Mos. Pero el complejo deportivo y de tiendas podría y debía estar en Vigo.
Hay más proyectos encima de la mesa, además de Vialia en la estación. Como Recaré, en Bembrive, que promueve Eroski y que dispone de buenas opciones pese a la paralización del Plan General. A su lado el parque comercial de Zona Franca, que espera vía libre de la Xunta a través de una declaración supramunicipal cuyo visto bueno se da por descontado y que permitirá desarrollar 250.000 metros cuadrados, de ellos la mitad útiles. Y por supuesto, Porto Cabral, el complejo de mayor interés para vigo por su propósito -miles de empleos, fuerte inversión para un área de ocio que podría atraer millones de visitantes al año- y también el que lo tiene peor por el insoportable desinterés político en su promoción. Asociaciones de comerciantes se oponen pero el mar no tiene puertas y si no se instala en Vigo lo hará muy cerca, comenzando ya por "Porto Celta": supondrá no tener ninguna de sus ventajas -en promoción, laborales, inversión e incluso impuestos- y todos sus inconvenientes. Un regalo para Mos, un éxito para el Celta y otro fracaso local. Continuará...

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