Opinión

Dos años después

Hacía dos años y dieciséis días que al Barcelona no le pitaban un penalti en contra, una enormidad de tiempo si se tiene en cuenta la cantidad de partidos que un equipo de máximo nivel puede jugar en un tiempo tan dilatado. La situación política de Cataluña que se engorda hoy con un nuevo desafío a la ley y a los poderes del Estado, sospecho podrá considerar al colegiado Mateu Lahoz como un sicario del centralismo madrileño y no tardará en declararlo persona non grata por haber quebrado -señalando una mano en el área barcelonista- casi una eternidad en la que al Barcelona nadie osaba plantearle un trance tan desagradable y esto va a traer cola porque ya se sabe que a la clase dirigente de Cataluña cualquier cosa que le lleva la contraria se interpreta como un atentado a los derechos del pueblo catalán y se resuelve con lo de la persona non grata.  Persona non grata es en una buena parte de ayuntamientos independentistas la persona del rey Felipe al que las autoridades de Barcelona sometieron a una humillación inaudita e injustificable, persona non grata es Rajoy por aplicar el 155, personas non gratas son los familiares del Rivera y ahora lo será el colegiado valenciano por cometer semejante desfachatez. Naturalmente, como el trance era completamente nuevo para el portero azulgrana, ni se enteró por donde se la ponían. De nada sirve explicar que el Barcelona está enfrentándose a la pájara que todos los equipos tienen en una competición tan larga y que su actuación en territorio canario fue mala. De nada sirve aconsejar al Barcelona que trate de no depender tanto del ángel salvador Messi que hace de todo incluso de capitán. Que es el que tira las faltas directas y los muchos penaltis a  favor, que es el que reorganiza el juego, el que anima a sus compañeros, el que acojona al contrario y el que mete los goles. De nada sirve…
Antonio Mateu Lahoz ha cometido un gravísimo delito osando señalándole al Barcelona una pena máxima 746 días después de la anterior, teniendo en cuenta que para colmo es una falta polémica que puede discutirse. Al Barça, lo que son las cosas, le han perdonado penaltis de libro, le han señalado unos cuantos que no lo eran y han ido a cobrarle uno que es dudoso, lo que ha provocado un alubión de disparates en la fiel infantería de la prensa amiga que aboga a estas horas por meter a Mateu en la cárcel. Yo no soy del Atlético, que conste. Bueno, ahora, algo sí… a qué engañarnos.

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