La doctora lucense madre a los 62 años ya llevó a su hija a casa

La doctora Lina Álvarez, a la salida de la clínica
photo_camera La doctora Lina Álvarez, a la salida de la clínica

A su salida del hospital con la pequeña Lina, aseguró estar "muy emocionada y agradecida a la vida"

n n n Lina Álvarez, la doctora de Lugo que el lunes de la pasada semana tuvo un bebé con 62 años, que se llama como ella y como su abuela materna, ya se encuentra desde ayer en casa con su pequeña, razón por la que la veterana madre confesaba sentirse "muy emocionada y muy feliz".
A su salida del Hospital Lucus Augusti, comentó que es del todo "imposible que yo pueda ser más feliz" y contó a quienes allí aguardaban su salida que está "muy emocionada y agradecida a la vida", con lo cual "todo es fabuloso, estoy muy bien".
Lina, que es fruto de una fecundación in vitro y cuyo parto se produjo mediante una cesárea programada, pesó 2,385 kilos y se "adelantó un poquito", tal y como dijo su madre, la cual remarcó ante la prensa que ambas estaban estupendas, ya que ella misma se siente "fenomenal".
Durante una semana, Lina Álvarez permaneció ingresada con su hija en el centro hospitalario para recuperarse de la operación, tiempo durante el cual los médicos les hicieron un exhaustivo seguimiento, tanto a la ella como a la criatura, por lo que al ser dada de alta comentó sobre su estado de salud que "no me puedo encontrar mejor".
Sobre la niña, aseguraba a los periodistas que era "un milagrito de la naturaleza" y por ahora se la vehía muy tranquila, pues se pasaba el día durmiendo y comiendo, siendo partidaria de alimentarla con la leche materna, pero reconoció que combinaba el amamantamiento con los biberones. 
La recién nacida es el tercero de los hijos que tiene esta médico lucense y el segundo de los gestados mediante fecundación in vitro. Hace diez años se sometió también a esta técnica, fruto de la cual dio a luz a un niño. El primero de sus hijos, fruto de su fracasado matrimonio, cuenta en la actualidad 28 años de edad y nació con una parálisis cerebral y lleva peleando en los tribunales para que se le reconozca que es debido lo que considera una mala praxis durante la prueba de la amniocentesis que le hicieron en la gestación, cuando Lina tenía 34 años.

un embarazo viable
Lina madre, que se puso a buscar por Internet y encontró un especialista en Madrid que, antes de asumir el tratamiento, le propuso hacer una serie de pruebas médicas para comprobar si el embarazo podía ser viable. Las pruebas dieron todas positivas, por lo que le propuso implantar un embrión y a ver si había suerte.
Esa suerte, según cuenta ella misma, se llama Lina, como ella y como su madre, una mujer que se murió muy joven a causa de una negligencia médica. Se prometió a sí misma que si tenía una niña se llamaría como su progenitora.n

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