En la operación, tres agentes de la Policía Nacional resultaron heridos por varias cuchilladas
nnn La Policía Nacional detuvo en Dos Hermanas (Sevilla) a M.L.F., el padre de dos niños de 9 y 10 años acusado de secuestro parental, en una operación en la que tres agentes policiales han resultaron heridos por la violenta resistencia empleada durante la detención. El arrestado -con antecedentes por malos tratos, lesiones y daños- pasará a disposición del juzgado de violencia de género de Sevilla por los presuntos delitos de sustracción de menores, lesiones y atentado debido a la agresión a los tres policías, que fueron atendidos en el Hospital Virgen del Rocío de diversos cortes y lesiones aunque no graves.
La detención culmina una operación iniciada el pasado sábado, tras no entregar a los niños en un punto de encuentro familiar en Granada tras pasar una semana con él, por lo que los responsables del punto mediador interpusieron una denuncia.
La posible ubicación del expolicía, condenado en firme por maltrato físico y psicológico hacia su exmujer y madre de los menores, fue desvelada por uno de los policías que ha participado en el dispositivo, que comunicó que su actual pareja vive en Dos Hermanas, con la sospecha de que tanto él como los niños pudiesen estar alojados en esa vivienda sin levantar sospechas.
De hecho, la familia de la mujer sospechaba desde un primer momento de que el expolicía no había salido de territorio español ni se había alojado en un hotel, por lo que siempre tuvieron sospechas de que no se había movido de la provincia de Sevilla con los menores.
Minutos antes de las doce del mediodía, varias dotaciones policiales se personaron en el domicilio de la pareja del exagente, y cuando le comunicaron la detención se produjo una pelea en la que dos policías resultaron heridos y tuvieron que ser trasladados a un hospital, sin confirmar si los niños presenciaron los hechos durante la actuación policial.
Una vez reducido y detenido, el padre fue trasladado a la comisaría de los servicios centrales policiales de la avenida de Blas Infante de Sevilla, igual que los menores, que estuvieron custodiados en las mismas dependencias policiales.
Llamamiento de la madre
A las puertas de los juzgados de Alcalá de Guadaíra, la madre de los niños, Sonia Barea, hizo un llamamiento al padre de sus dos hijos pidiéndole que "no les hagas daño" y que recordase que "por Dios, son tu sangre". A preguntas de los periodistas a las puertas de los juzgados de Alcalá, Barea admitió que tenía miedo de que su expareja hiciese daño a los menores y le pedía que, en el caso de que escuchase sus declaraciones, que no olvide que son sus hijos.
Recordó que durante el tiempo que vivió con él sufrió maltrato físico y psicológico: "Al principio era encantador, estaba enamorada de él, pero antes de tener al niño perdí mi trabajo, y cuando vio que dependía de él me hizo perder mi relación con mi familia".
"En dos ocasiones me pegó un bofetón, me cogió de las piernas y me tiró de la cama", relató.n
