Sólo 69 segundos empleó Marco Veiga en realizar el descenso en mountain-bike del Castro al Náutico, y otros 87 Eva Castro. Pese a la lluvia, que obligó a suspender varias pruebas, O Marisquiño fue un éxito absoluto.
Vigo
O Marisquiño 2018
"Son auténticos kamikazes" decía una mujer en la Praza da Igrexa. El público de Vigo no quiso perderse el décimo Descenso al Casco Vello de Vigo en el que participaron un total de 95 riders recorriendo las intrincadas calles de la ciudad, desde el Castelo de San Sebastián hasta el Puerto de Vigo. La prueba se inició a las 16 horas, momento en el que el primer ciclista partía desde la fortaleza amurallada situada en O Castro, sorteando las curvas cerradas del callejero y aprovechando las cuestas de Vigo para impulsarse, con el objetivo de ser los más rápidos en llegar a la meta. Miles de personas no quisieron perderse la emoción del Descenso, abarrotando ambos lados de este singular circuito.
El rider Marco Veiga Amado, originario de Narón, fue el ganador de esta tradicional prueba que cambia la montaña por la zona monumental de Vigo, con un tiempo de 69 segundos, una de las marcas más bajas de los últimos años de la competición. Eva Castro Fernández, de A Coruña, fue la ganadora femenina de la prueba haciendo un tiempo de 87 segundos.
Al espectacular circuito hay que sumarle toda una serie de obstáculos que se situaban por los callejones y equinas, como rampas, zonas empedradas e incluso escaleras como las del Mercado de la Piedra, donde los riders alcanzabn velocidades vertiginosas de cara al tramo final del Descenso.
Con un público entregado a la velocidad, durante todo el recorrido era fácil encontrarse con grandes grupos de aficionados a esta prueba. Animando al paso de los riders e incluso deseando que saltasen más alto, durante toda la celebración del Descenso, los seguidores de las mountain bike demostraron porqué el MTB Downtown es una de las disciplinas deportivas obligadas en la programación de O Marisquiño.
Las opiniones del público
Desde jóvenes que se acercaron a las calles del Casco Vello desde el paseo de As Avenidas, pasando por familias con niños, hasta vecinos de Vigo asomados a sus balcones. Nadie quiso perderse esta frenética prueba deportiva.
Al comienzo de la tarde, el cielo empezó a nublarse y la llovizna hizo acto de presencia a escasos minutos del comienzo del Descenso. "Como llueva, más de uno se va a caer" decía uno de los asistentes situado en la calle Elduayen. Otros aficionados se sorprendían al ver que varios participantes evitaban pasar por los obstáculos que comenzaban a ser peligrosos por culpa de la ligera lluvia.
El Descenso al Casco Vello de Vigo no defraudó a los presentes que pudieron comprobar como un buen número de riders lucharon por bajar la marca del campeón del año pasado (76 segundos), aunque solamente uno se alzó con la ansiada victoria.
