Opinión

El cuento de la España represora

El bloque soberanista quiere hacer con el juicio al 'proces' lo que hizo el 1 de octubre con los porrazos de la policía. O sea, regalarse otro subidón por cuenta del Estado-represor-autoritario y centralizador que-desprecia-la-identidad-catalana.
Puigdemont, Torra y compañía quieren venderle al mundo el mismo cuento. Pero otros pensamos que les va salir el tiro por la culata. Dicho de otro modo: quedan cuatro días para que comience la internacionalización de la farsa independentista.
Ahora van a ser millones de testigos los que destripen el cuento de la España represora. Millones de observadores nacionales e internacionales pendientes del minuto y resultado de una vista pública de puertas abiertas en la que nada ocurrirá por debajo de la mesa, sino a la vista de todos, en tiempo real y televisión al alcance de todo el mundo.
El presidente del Gobierno y líder del PSOE, Pedro Sánchez, ha viajado a Estrasburgo para ensalzar la calidad del sistema judicial español, "propio de una democracia avanzada" y, de paso, afear la conducta de quienes le amargan políticamente la vida. Por un lado, desmiente las maledicencias del separatismo. Por otro, contra PP y Ciudadanos porque, según el, prefieren la crispación al acuerdo, en alusión a la manifestación convocada por ambos para el domingo que viene ("Por una España unida, elecciones ya").
Lo curioso es que arremeten contra Sánchez tanto los de un lado como los del otro. Unos le llaman traidor a España por ceder al chantaje de los separatistas. Eso dicen Casado y Rivera. Y los otros le castigan igualmente por no ceder a sus exigencias de autodeterminación. De eso se quejan Junqueras y Torra, y por eso ERC y neoconvergentes presentan enmiendas a la totalidad de los PGE del Gobierno ¿No es absurdo todo esto?.
A día de hoy, la manifestación del domingo en Madrid, convocada por los partidos de la derecha contra Sánchez, responde a un agravio que realmente no se ha producido. Lo del "relator" ha sido desactivado en origen y los partidos independentistas no han acusado recibo de ninguna concesión de Moncloa, puesto que mantienen su intención de tumbar los presupuestos de Pedro Sánchez.
Lo que cuenta de verdad en la evolución de los acontecimientos es el comienzo del juicio al 'proces', previsto para el martes. Algo que muchos vemos como un poderoso disolvente de ese discurso independentista que trata de presentar al Reino de España como un incorregible depredador de libertades fundamentales. Justo cuando hace un año que nuestro país se ha convertido en miembro del Consejo de Derechos Humanos de la ONU.

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