Cartas al director

CIEN AÑOS DE LA REVOLUCIÓN RUSA

 Tal día como ayer se producía un cambio político en Rusia, el más importante de su historia hasta entonces. La dinastía de los Romanov era destrozada por una revolución muy sangrienta, que se mantuvo así durante 35 años más. Rusia vivía bajo la autocracia zarista, y de esto quisieron "liberarla" los que habían iniciado aquel cambio, pero los métodos de cárcel, hambre, destierro, tortura y muerte, repito, se mantuvieron 35 años más.
Aquello empezaba un jueves 25 de octubre del año 1917, con mucho derramamiento de sangre,  pero aquellos que habían iniciado aquel cambio "libertador" fueron los mismos que 39 años después y también un jueves 25 de octubre de 1956, entraban con sus tanques en Budapest para aplastar al pueblo magiar, que se querían librar del terror soviético. Quiero destacar aquí a Imre Nagy, Pal Maleter y al cardenal Mindszenty.
Volviendo a aquel otoño del año  1917, en Rusia se impone un régimen de terror y muerte,  por parte de aquellos que querían liberar al pueblo. Nueve meses después y en Ekaterimburgo por orden expresa de Lenin, el zar y su familia junto con la servidumbre, eran masacrados de forma salvaje, también un jueves 18 de julio de 1918, curiosamente el día que nacía Nelson Mandela. Hay que decir que Alfonso XIII, que su esposa era prima del zar, le había ofrecido refugio en España, que luego no fue posible, pero antes Nicolás II le había pedido asilo-refugio a su primo carnal Jorge V (hijos de hermanas) y este se lo negó.
Es curioso que cuando hay manifestaciones aquí en España se ven banderas rojas, representativas de aquel sistema, y no pasa nada. 
En cambio nadie se atreve a llevar la bandera carlista o de Falange y tienen en su historia infinitamente muchísimas menos muertes. A mayor grado de irracionalidad no se puede llegar.
También ahora hay que preguntarse cuando ha habido cambios en Rusia, en donde el Estado era el dueño de todo, de dónde han salido esos millonarios, al lado de gente que vive en la mayor de las miserias, esto cómo se entiende. Pues es fácil de aclarar, aquello de 1917 había sido una burla, una estafa y una tomadura de pelo a la humanidad, por usar términos suaves,  y claro, para que siga esa burla vemos esas desigualdades y en los países satélites pasará lo mismo.
Por todo ello hay poco que celebrar. Sí en cambio recordar la brutalidad y el terror de aquel régimen, que sorprende que un partido político que representa aquel sistema pueda tener cabida en los parlamentos de los países democráticos occidentales.