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El Celta estudió trasladar su sede y al equipo a Oviedo por las ayudas que ofrece el Principado

Antonio Chaves, ayer, durante su intervención en el Círculo de Empresarios de Galicia.
photo_camera Antonio Chaves, ayer, durante su intervención en el Círculo de Empresarios de Galicia.

Chaves asegura que "en Vigo era imposible crecer y la situación casi nos lleva a irnos". El club presenta hoy su proyecto de futuro con la ciudad deportiva en Mos

No hace mucho tiempo, el presidente del Celta, Carlos Mouriño, estudió vender el club e incluso trasladarlo de la ciudad al no sentirse respaldado por las administraciones gallegas, en especial por el Concello de Vigo, que se negó a vender Balaídos a la entidad celeste y echó atrás otros proyectos que trataba de poner en marcha.


Y una de las posibilidades que estudió el máximo responsable del Celta fue el traslado del equipo a Oviedo, según reveló ayer el director general del club vigués, Antonio Chaves, durante una conferencia que tuvo lugar en la sede el Círculo de Empresarios de Galicia.


"Nos llamó la atención Carlos Slim, propietario del Oviedo y que es amigo de Mouriño. El Principado paga una cantidad anual al Oviedo y si sube a Primera, (esa cantidad) se ampliará. Entonces un empresario inteligente pensaría que si el Principado te da cuatro millones al año, a diez años tengo cuarenta millones asegurados. Voy a hablar con éste (Slim), a ver cuánto cuesta (el club asturiano), que serían 80, 90 o 100 millones. Luego traslado la sede social, porque los clubes no dejan de ser sociedades anónimas privadas y por lo tanto se puede cambiar de domicilio social, en vez de celeste me visto de azul y tengo a Aspas, a Wass, una serie de activos que traslado allí y es jauja", explicó Chaves.
El director general del Celta reconoció que tras pasar por el concurso de acreedores y conseguir sanear el club, la entidad celeste entró "en una fase de patrimonialización del club que casi nos lleva a irnos".
Según Chaves, "nos sentíamos como leones enjaulados en los últimos años porque no éramos capaces de crecer. Notábamos que teníamos capacidad económica y ganas para crecer, proyectos bonitos, pero en Vigo era imposible. Era la sensación de impotencia que teníamos y seguramente por un problema nuestro de gestión".
El dirigente celeste señaló que "hace un año y medio, el presidente se plantea la salida de Vigo, también empujado por mí, porque creíamos que el proyecto se estaba agotando. Hemos querido comprar el Colegio Hogar, el Cine Fraga, hacer una ciudad deportiva y un centro comercial en la fábrica de Álvarez, hemos querido comprar Fragoselo... Han sido muchos proyectos que suponen mucho trabajo y muchas ilusiones. Finalmente, cuando te dicen que no a todo, el presidente tenía 74 años, entra en un proceso de maduración de la sucesión y llega a la conclusión interna de empezar a escuchar ofertas. Y escuchando ofertas nos damos cuenta de que el Celta es un club apetitoso para americanos, catarís o chinos, pero no para gallegos ni españoles y eso nos hace recapacitar".
Chaves terminó diciendo que a partir de ese momento, Mouriño empezó a estudiar la idea de "anclar el Celta a la ciudad", un proyecto que trató de llevar a cabo primero con la compra del estadio de Balaídos y que empezará a cristalizar con la construcción de la nueva ciudad deportiva del club. 

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