Opinión

Casi imberbes y viejos sobre ruedas

Según escucho cada vez mas reiteradamente, los jóvenes tienen por momentos mas deseos de ponerse al volante de un turismo a los 15 o 16 años. Nos vamos al otro extremo y son muchos los que reclaman porque se ponga un límite a los mayores para conducir. Hoy puede guiar un automóvil hasta un centenario, porque cualquier anciano tiene a su alcance ser conductor aunque se haya hermanado en edad con Matusalén. Naturalmente nos referimos al personaje bíblico que vivió cerca de mil años, 969 exactamente, según las escrituras. Y uno de los nombres que se da a los viejos es matusalén.
¿Imberbes y viejos en una competición sobre ruedas? Resultaría divertido si no fuera dramático. El sábado pasado, Concha Gómez informaba en estas páginas: “Una octogenaria choca en Baiona al desmayarse al volante”, a lo que el subtítulo añadía:”La Policía Local pide a la DGT que evalúe si la mujer resulta apta para poder conducir”. La mujer tiene 80 años.  A pesar del aumento de las expectativas de vida, a esos años son mas los que padecen problemas de salud, en plural, que los poquitos que están hechos unos pimpollos. 
 La chavalada debe tener 15 años, según las normas establecidas por las autoridades para conducir ciclomotores que no superen los 50 centímetros cúbicos. No obstante, para llevar pasajeros, el conductor debía tener de 18 años en adelante. Desde principios de este año quedaba eliminada esa exigencia con una rebaja: a cualquier edad se viaja de paquete en un ciclo. Un error.
En cualquier caso, en esto del tráfico interurbano los pesimistas lo tienen crudo, porque llevamos muchos reduciendo el número de fallecidos. En los últimos doce años, son así las estadísticas anuales: en 2015, según datos oficiales, o sea de la Dirección General de Tráfico, se registraron 3,1 muertos diarios. Veníamos de un dato impresionante, en 2000 hubo 11,6 muertos diarios en carretera, autovía, autopista, etc. En el reparto del descenso no nos toca a todos por igual, en 2015 Cataluña ha tenido 32 víctimas mortales mas que en 2014.
Aquí tenemos un caso que todavía escuece, el del octogenario que arrolló en A Guarda a un grupo de ciclistas, causando la muerte inicialmente a uno y heridas a varios. En lo tocante a los usuarios de la bici, que siguen creciendo, los que producen mas compasión, porque ciertamente son los mas desprotegidos. El año pasado, según Tráfico,17 de los ciclistas muertos en accidente en España, no llevaban el casco protector que es tan obligatorio como el cinturón de seguridad en los automóviles. No obstante, también el año pasado y con la misma fuente, el 22 por ciento  de los conductores de turismos y furgonetas no utilizaban el mentado cinturón. Estos datos de valoración de conductas son de Aeol, que presumen de liderar los servicios para la formación vial.
Nos conmueve el ciclista que muere arrollado en cualquier vial, incluido los urbanos, pero la misma compasión merecen los conductores de 80 o 90 años, por ponerle números a la cuestión. Estos son víctimas de la edad pero también de una Administración que deja ponerse al volante a todo el que tenga permiso para hacerlo,  tenga los años que tenga. Hace mucho tiempo que tal posibilidad debía estar prohibida, y fijar la limitación con los criterios de técnicos luego avalados por políticos.
Por razones de parentesco seguí con especial interés un suceso semejante al de A Guarda. Fue en junio 2014,  en la misma carretera, por la que circulaban mas de dos docenas de ciclistas, concretamente en Santa María de Oia, camino de Baiona. Un percance con una furgoneta arrojó el balance de ocho  heridos, los dos mas graves, una joven  residente en Tui y el porriñés Carlos Santos Argibay, que con su hermano Gonzalo tienen fama hace años de ser dos grandes ciclistas en su categoría. Ambos son hermanos del alcalde de O Porriño hasta las recientes elecciones.
La situación del deportista de O Porriño ha sido muy complicada, desde el punto de vista clínico. Una baja prolongada, además del sufrimiento físico, trae aparejados perjuicios económicos para el trabajador,  por mucho que le operen o administren medicinas gratuitamente. Hasta en Ourense se han movilizado con motivo del último accidente de A Guarda, que fue la causa de la muerte de un ciclista orensano. Estos, más allá de la solidaridad con el fallecido, pedían campañas que divulguen el contenido de las normas que tratan del comportamiento debido a los ciclistas en la carretera. 
Hoy jueves santo, día marcado en negro en los calendarios, porque se inicia la salida a la carretera de millones de conductores, hay que recordar aquella campaña de 31 años. El “Si bebes no conduzcas”, de Steve Wonder, que llevaba implícito en su mensaje “Si quieres conducir consume agua”.
Y una referencia a las iteuves de la circulación, los psicotécnicos. Hace muchos años eran una coladera de gente con mas dioptrias de las convenientes o problemas auditivos o de otro orden que aconsejaban no permitirles conducir. Ojalá sea una realidad que van a ser examinadas a fondo, para determinar la capacidad humana y técnica de sus equipos. 
 

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