El alcalde de Vigo, Abel Caballero, contrastó ayer lo invertido por la corporación local y la Diputación de Pontevedra en la renovación del estadio de Balaídos, conjuntamente 12,7 millones de euros, con los 913.000 euros del Celta, según el regidor.
"Éstas son las proporciones, para que todo el mundo las conozca", señaló en declaraciones a los medios Caballero, quien criticó que "algunos tienen poquita memoria" porque durante 30 años, recalcó, "no hubo mantenimiento de la seguridad del estadio, ni por parte del Celta ni del Ayuntamiento".
Abundó en que cuando accedió a la alcaldía, "los anteriores gobiernos y el Celta le dedicaron cero euros a la mejora del campo de Balaídos", aunque luego apostilló que el club ha invertido los citados 913.000 euros, en tanto que la Xunta no ha dedicado nada a esta obra.
El alcalde sale así al paso de las últimas declaraciones públicas realizadas por el presidente del Celta, Carlos Mouriño, aunque sin nombrarle a él ni a sus palabras.
Caballero hizo hincapié en que en el "intento de llevarse al Celta fuera de Vigo" ha estado "directamente involucrado" el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, quien en su opinión "ya fracasó". "Que toda la ciudad lo sepa. Más adelante hablaremos de legalidades", añadió Caballero, quien dijo que "todo el mundo sabe la calificación urbanística de dónde se iba a llevar" el estadio, en alusión a Mos.n
