Galicia

Aviones lusos empiezan la vigilancia de los incendios

Un hidroavión trabaja en uno de los incendios registrados en octubre pasado en el Xurés.
photo_camera Un hidroavión trabaja en uno de los incendios registrados en octubre pasado en el Xurés.

Portugal destaca dos aparatos que cubrirán también zonas fronterizas como la "raia" con Galicia

Dos aviones modelo "Cessna" vigilan durante todo esta fin de semana las zonas con mayor riesgo de incendio forestal en todo el territorio portugués, incluidos los parajes que forman la frontera con España. Según explicó ayer un portavoz de la Autoridad Nacional de Protección Civil (ANPC) de Portugal, uno de los aviones tendrá la misión de vigilar en las zonas sureñas del Alentejo y el Algarve, fronterizas con las regiones españolas de Andalucía y Extremadura. Mientras, la segunda aeronave hará lo propio en zonas del Centro y Norte del país, tales como la Beira Alta, Viseu y Trás-os-Montes, cercana a la "raia" con Ourense.
Los aviones estarán operativos desde el amanecer hasta la puesta de sol. Además de la vigilancia aérea, Portugal tiene repartido por todo el territorio numerosos efectivos terrestres para prevenir y actuar en caso necesario.
De momento, "la situación es de tranquilidad", aseguraron fuentes de la ANPC, que confirmaron que para esta campaña contra incendios dispondrán de 55 medios aéreos.

actuacIón conjunta
Las autoridades de Protección Civil de Portugal y España firmaron el pasado 26 de junio en Lisboa un acuerdo que permite a los bomberos de ambos países acceder a hasta 25 kilómetros al otro lado de la frontera para combatir incendios forestales sin autorización política. De esta manera, se ha ampliado el régimen acordado en 2009, que permitía a los bomberos portugueses y españoles acceder a hasta 15 kilómetros al otro lado de la frontera.
El año pasado, los incendios forestales arrasaron 418.000 hectáreas en Portugal. El 17 de junio de 2018 se registró el más grave de todos, un gran incendio desatado en Pedrógao Grande, en el centro del país, que provocó 64 muertos y más de 250 heridos.
Una nueva oleada de fuegos arrasó el centro y el norte de Portugal el 15 de octubre y dejó otros 45 fallecidos y cerca de 70 heridos. 

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