Opinión

Atentados: chapuza independentista

El consejero de Presidencia y portavoz de la Generalitat de Cataluña, Jordi Turull, ha retado aparentemente a la Guardia Civil a que diga “clara y rotundamente” que las masacres islamistas de 16 personas en Barcelona y Cambrils de hace dos semanas podían haberse evitado.
 Por motivos políticos esa institución no hablará, pero los ciudadanos sí: la actuación del independentismo catalán resultó una sangrienta chapuza, evitable de no habérsele impedido a los superexpertos de la Guardia Civil investigar la explosión del chalé okupado en Alcanar.
 Quedaban rastros detectables de poderosos explosivos y decenas de botellas de butano, y hasta una jueza de primera instancia sospechó que estaba relacionada con el terrorismo; pero los Mossos d’Esquadra contestaban que era una “exageración” suya.
 Con un terrorista herido en la explosión al que no interrogaron pasaron 18 horas hasta que la furgoneta se lanzó a asesinar por de La Rambla barcelonesa cumpliendo el Plan B de los yihadistas que el hospitalizado conocía y que podía haber confesado
 La policía regional mató a seis yihadistas, el último de ellos desarmado como se vio en vídeos de teléfono móvil; pero pudo ser capturado con vida disparándole a las piernas como hacían casi simultáneamente unos policías en Noruega con otro islamista.
 Desdeñaron el aviso de la CIA que advertía de las Ramblas como objetivo, negando además que la Policía Nacional se lo ratificara, no valoraron el aviso de la policía belga sobre el imán jefe de los yihadistas, y no protegieron el paseo barcelonés encajando las piezas anteriores, por lo que el conductor terrorista huyó fácilmente.
 Chapuza tras chapuza, Generalidad, departamento de Interior y esos mossos del Mayor Trapero no fueron culpables de los atentados, pero sí responsables por chapuceros.
 Todo por patriotería independentista cómplice pasiva del terror.

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