Cartas al director

hacer deporte

 Hacer deporte siempre ha sido algo bueno, hay quien lo hace por salud, otros por ocio y otros por vicio. Bien. Que un tipo o un grupo de tipos cojan la bicicleta y pedaleen por los carriles bici acondicionados a tal efecto, me parece perfecto. Ahora bien y antes de que algún listillo me acuse de desconocer el reglamento, sé que en el código de circulación las bicicletas son consideradas como un vehículo más. Lo acepto con reparos, pero lo acepto, ya que las bicicletas no son vehículos a motor como los coches, camiones o motos. 
Los ciclistas o tipos (o tipas) que andan en bici, ya que se les considera un vehículo más, deberían tener las mismas obligaciones que los demás. Los mismos derechos sí que los tienen, sin duda y sin rechistar; es decir: tienen todo el derecho a interrumpir el tráfico en hora punta en una calle atestada de coches porque ellos no van a más de 10 por hora y los demás tenemos que, pacientemente, esperar a que terminen su escalada. (En algunos casos teniendo el carril-bici inutilizado al lado).Pero, curiosamente, no tienen las mismas obligaciones, porque un ciclista puede: saltarse los semáforos en rojo, ir por dirección prohibida, saltarse pasos de cebra, si le parece oportuno: ir por la acera o por la carretera, según le convenga, no respetar ninguna señal de tráfico ni tampoco tienen obligación de tener seguro; es decir: que si tienes un accidente con un ciclista, a pesar de ser un vehículo de pleno derecho, sea la culpa de quien sea, lo paga el coche. 
Otra cosa que me llama la atención es que habiendo carril-bici, por ejemplo no circulan por él, sino que van, como cualquier otro vehículo, por la calzada. Algo para mí inexplicable, porque además de perjudicar el tráfico, también se perjudican a ellos mismos poniendo en peligro su seguridad; pero parece ser que el que una persona con bici vaya por el carril-bici es muy humillante. 
Pero el colmo de lo absurdo y –en mi opinión- del “cuelgue”, son los individuos que corren por la calzada.¡Eso es lo más grande!: una nueva forma de poner en peligro la circulación y la propia vida. No salgo de mi asombro cada vez que veo a alguien corriendo por la carretera como si de un vehículo de motor se tratase. Debe de ser que con la potencia que van adquiriendo al correr se puede decir prácticamente que son unos “máquinas” y ellos mismos consideran que llevan un motor dentro de sus cuerpos.
Me parece a mí, que, unos y otros,el cuerpo lo tendrán muy cultivado, pero el cerebro, poco.