Año tras año, en el penúltimo domingo de octubre, celebramos la Jornada Mundial de la Propagación de la Fe (DOMUND), que Cristo, misionero divino, encomendó a su Iglesia.
El Papa, en su mensaje del presente año, nos dice que la misión está en el corazón de la fe cristiana, recordándonos que a Iglesia es misionera por naturaleza. Él mismo, con ojos y oídos de padre bueno, nos da ejemplo, saliendo al encuentro de los más pobres, que tienen hambre de pan y sed de Dios, y cuyos gritos atraviesan las nubes (Eclo. 35,12-18).
Nosotros podemos y debemos imitarle con nuestra oración y ayuda fraterna; de un modo especial los jóvenes, a quienes anima, en su mensaje, a ser valientes, pues la misión les espera. Da pena ver a tantos, como los jornaleros ociosos del Evangelio, habiendo tanta tarea en la viña del Señor. Menos mal que algunos se "apuntan" a colaborar en alguna ONG benéfica. No olvides, joven, que el Amo de la viña es muy buen pagador: "el ciento por uno y la vida eterna" ¿alguien te ofrece más? Que podamos vernos y escucharnos en nuestros templos el domingo, 22 del presente mes.