El pasado día 9 de este mes de septiembre los medios de comunicación gallegos divulgaron a golpe de bombo y platillo que una sentencia dictada por el Juzgado Contencioso Administrativo 2 de Vigo y en cumplimiento de la Ley de Memoria Histórica do 36 obliga al Concello vigués a retirar la Cruz del Castro. Ya es sabido que el alcalde vigués, Abel Caballero, recurrió dicha sentencia ante el Tribunal Superior de Xusticia de Galicia (TSXG), pues considera que no hay razón o fundamento lógico para derribar dicha cruz.
Esta cruz fue solamente inaugurada el 14 de septiembre del año 1961 bajo la presidencia del Generalísimo Franco e impartió su bendición el obispo de Tui, Fray José López Ortiz, y el acto constituyó una auténtica manifestación de público, que se rompió en aplausos, elogios y oraciones.
Es sabido que la citada cruz fue eregida como homenaje, recuerdo y agradecimiento a los soldados "de la derecha" que dieron sus vidas por lograr una España Grande y Libre...
Con el pso del tiempo los símbolos franquistas fueron desapareciendo ya que en 1981 el Pleno del Concello vigués aprobó por unanimidad la retirada de todos los símbolos, pero exigió que la cruz permanezca en el lugar que ocupa actualmente como ornamento y adorno a la subida al Castro, que es precisamente un lugar visitadísimo por turistas y vigueses.
Mi opinión, compartida por muchos ciudadanos, es que la cruz (ya carente de símbolos franquistas y políticos) debe permanecer eternamente donde está actualmente, ya que constituye un monumento histórico para la ciudad de Vigo.
Como alegato religioso hay que reconocer que una Cruz es siempre un símbolo de fe, puesto que representa una imagen de la Pasión del Señor.
Si se derriba esta Cruz por ser obra del franquismo también habría que derribar todas las casas, chalets, puentes y toda obra que se construyó entre los años 1936/75, periodo de tiempo en el que el Generalísimo Franco ocupó la Jefatura del Estado español.
¡Adelante, señor Alcalde, y deseo que el Tribunal Superior de Xustiza de Galicia le dé la razón y la Cruz del Castro permanezca donde está!.
