Cartas al director

la plaga que quema a los más chamuscados

n  n  n La política es como una "plaga avarienta" que ataca masivamente a las clases sociales más débiles del mundo. Los candidatos y promesas de campaña electoral (palabreo petulante) cuando llegan al gobierno, además de reducir derechos y tratos de igualdad, no resuelven ecuánimemente las demandas de los ciudadanos y siempre "queman a los más chamuscados". Los partidos son grupos de presión social cuyo dirigismo ostentan personas codiciosas que, salvo honrosas excepciones, no acreditan vocación de servicio público, y su único objetivo es ocupar las administraciones públicas para intervenir, con ánimo de lucro, los bienes patrimoniales y dinerarios de todos los contribuyentes. La política (estado de bienestar para cargos de cierto rango) es un cobijo de nepotismo con muchos precedentes. Ahora, unos pretenden reducir la jornada laboral a siete horas (disparate político-sindical) para bajar el paro. Y otros que desean vivir mejor, "a costa de penurias ajenas", dicen que hay que trabajar más y ganar menos. Unos y otros, muy descarados, saben que sus recetas son imprudencias, de alto riesgo, que precarizarán, aún más, la contratación y los salarios de los trabajadores. Parece que quieren quitarnos la sed " con el sudor del esfuerzo de sus falacias, o hidratarnos con baba de caracol".
Tras las quiebras bancarias (saqueo devastador) la política ha decidido asegurar su financiación subiendo impuestos, y metiendo tijera, por decreto, a los derechos elementales de los más oprimidos de la sociedad. Para más ensañamiento, vino el FMI a sugerir más recortes en derechos sociales, y subidas del IVA. -La tiranía y la crueldad política, nunca dejarán de latir-. Señorías del gran poder; para reducir la deuda del Estado español, hay vías más racionales que las que ustedes apuntan. A saber una de tantas; eliminando la "zanganería, el absentismo y la ociosidad política", que en España son muy abundantes, se ahorrarían varios miles de millones. Los dirigistas políticos que viven del erario, dan la espalda al bienestar de la sociedad y, "están creando un estado de marginación y pobreza como el de otros tiempos de triste recuerdo".
España, necesita una reforma política que elimine los vicios y abusos burocráticos de las administraciones. Hay que aplicar fórmulas equitativas, que garanticen un buen equilibrio económico entre todas las clases sociales, tomando como referencia la dedicación y retribución de los cargos públicos, pero hay que empezar eliminando las subvenciones a partidos y sindicatos porque son repartos, injustos, que avivan la corrupción.
La ley de unos pocos, está humillando la honestidad de muchos y perturbando la esencia de la justicia en detrimento de los derechos de todos.