Cartas al director

legisladores prosélitos

n  n  n Cada día más, encontramos gobernantes, legisladores o instituciones que se someten a ciertos grupos, sectas o lobbys poderosos que les manipulan para que establezcan leyes contra natura que perjudican considerablemente a la sociedad, con la excusa de obtener un favor para ciertos colectivos muy minoritarios, pero que ya está legislado y regulado en otros preceptos.
En la actualidad hay una gran voracidad por legislar contra la educación más lógica y natural de nuestros educandos, contra la salud moral de ellos y sus progenitores, contra la concepción tradicional y razonable de la familia, contra todo atisbo de decencia y honestidad en la sociedad. ¿De dónde esa desesperación por destruir los más altos valores que tenemos? ¿Quiénes presionan a nuestros políticos para que actúen contra el pueblo?
Todos tenemos miedo, incluidos algunos medios de comunicación, por pronunciarnos contra este terrible sectarismo que arrasa; el látigo de la “gestapogay” es temido por todos, pero de forma especial por los políticos. Aunque intentan ocultarlo, hemos visto la persecución a varios obispos, algunos de ellos, los más sabios y de mente más lúcida, acosados por estos interesados en destruir los más grandes tesoros de los que disfrutamos, por el hecho de advertirnos del peligro de estas terribles leyes de Ideología de Género.
En la Comunidad de Madrid observamos a una competente presidenta, hábil en el uso de la palabra, eficiente en sus decisiones, pero sin escrúpulo por el daño que nos produce, que claudicó ante el lobby LGBT para imponer una ley contra los ciudadanos, sin el menor asesoramiento de educadores, padres, médicos, sacerdotes, etc. Otras regiones han actuado de similar forma, especialmente ahora la valenciana.