Cartas al director

La política del respeto

n n n Con la falta de respeto no se insulta a otras personas pero tampoco se les concede reconocimiento; simplemente no se las “ve” como un ser humano político integral, cuya presencia importa. Cuando la sociedad trata de esta manera a los ciudadanos y solo destaca un pequeño número de individuos como objeto de reconocimiento, la consecuencia es la escasez de respeto a la mayoría, dice un clásico de la sociología, Senett. 
Los medios de comunicación ejercen también una función de madre y familia acogedora: en teoría están abiertos a todo el mundo pero sólo a los que lo “merecen”, desde el punto de vista del orden mediático. El poder está ahí: ser reconocido y en consecuencia respetado. A quienes lo logran, los premian con la significación y el reconocimiento político.
El secreto de las dos campañas en la que Obama fue elegido presidente de los EEUU estuvo, en gran parte, en desarrollar técnicas de expansión de los valores de la democracia a su electorado. Los directores de campaña se han dedicado con denuedo a ese trabajo
Aunque para los partidos políticos españoles ganar las elecciones sea el objetivo principal, también debería serlo expandir los valores democráticos del respeto a las personas, a su libertad, a su capacidad para crear horizontes nuevos. La democracia es algo más que el derecho a votar. Lo que ha costado tanto alcanzar se puede fácilmente perder.