Cartas al director

horizontes de templanza

nnn En los momentos en los  que no se encuentra una salida fácil para los problemas suelen abundar las  propuestas disparatadas. Es necesario encontrar alternativas  desde la templanza, capaces de atraer el mayor número posible de voluntades con una crítica constructiva. Los agujeros negros habidos en la transición, hoy se hacen insoportables para un buen número de ciudadanos.
Quizá desde la templanza ha habido las propuestas más revolucionarias, como también desde la modestia, la moderación, la vergüenza, el pudor, la sobriedad se han hecho proyectos harto involucionistas. La  templanza no es una virtud política incluso es la más apolítica de las virtudes. En una acepción fuerte de la política, en la maquiavélica o por estar más en la modernidad schmittiana, la  templanza es la otra cara de la política convencional. No se puede encontrar una salida de política conformista, a un momento de quiebra moral de la política sin adentrarse en la esfera de lo no político, sin  establecer en la práctico los límites y las connivencias entre lo político y la moral. La política no lo es todo. La idea de que todo sea “política” es simplemente monstruosa.
El político templado no es necesariamente el moderado ni el pusilánime. Pusilánime es aquel que renuncia a la lucha por debilidad por miedo o por resignación. El templado no rechaza la competición de la vida por un sentimiento de fastidio, por la vanidad de los fines a los que tienden en la competición, por un sentimiento profundo de desinterés respecto a los bienes que encienden la codicia de la mayoría, por falta de aquella pasión que es una de las razones de la guerra, la vanidad o la vanagloria que empuja a los hombres  y mujeres a destacar.
Templados fueron los hombres y mujeres de la transición, pero no serían templados ni moderados si asumieran hoy como inamovible lo que fue un pacto obligado por las circunstancias. El moderado es tolerante y respetuoso, pero no sólo es esto. La tolerancia es recíproca: para que exista tolerancia es necesario al menos ser dos. Una situación de tolerancia existe cuando ambos se toleran. La templanza es una disposición hacia los otros que no necesita ser correspondida para revelarse en toda su extensión. Cuando Aldo Moro y Berlinguer firmaron el “compromis histórico” para Italia, no fueron moderados pero sí templados.