n n n Suelen citarse entre los problemas que suscitan la urgencia de una ética mundial la crisis del sistema social, la crisis ecológica, la crisis de confianza en las instituciones y en las personas. La crisis genera desconfianza, abulia para las iniciativas que se puedan proponer.
La volatilidad de la opinión respecto a los líderes sociales nos arroja suficientes indicadores como para exigir una dilatada explicación. La necesaria reposición de caras nuevas en el horizonte político y social, pone de manifiesto un fantasma aterrador: la orfandad ideológica en nuestra sociedad. Abandonamos a los héroes. La lectura de vidas ejemplares no es lo más socorrido en nuestros tiempos.
El riesgo y la confianza, así como sus diversos opuestos, tienen que ser analizados conjuntamente en las condiciones de nuestra sociedad. Los “bienes” creados por el desarrollo están machacados por una gama muy amplia de “males”. Los servicios creados alrededor del Estado de bienestar en gran parte se han esfumado. Esta sociedad, sin embargo, no es solo una sociedad de la desconfianza que obliga a mantener activo un escaparate de expectativas. Es una sociedad en la que los mecanismos de confianza se desplazan de formas interesantes e importantes. Lo que puede denominarse confianza activa se hace cada vez más necesaria para el grado en el que surgen relaciones sociales en una sociedad en la que las tradiciones requieren asistencia urgente.
La activa es una confianza que es preciso tratar y mantener con energía ahora. Se encuentra en el origen de nuevas formas de solidaridad social actuales, en momentos de riesgo, en contextos que van desde los vínculos personales íntimos hasta los sistemas de interacción amplios. Es necesario desarrollar políticas de confianza activa que se manifiesten en practicas de mejorar la calidad de vida de los ciudadanos. La solidaridad activa implica la generación de “comunidades” en el sentido más activo y exigente. Una comunidad cohesionada que a menudo se extiende a través de distancias espacio-temporales indefinidas; grupos de autoayuda localizados y de alcance global.
La confianza activa está necesariamente vinculada a la integridad y al desarrollo de los otros. Un abrirse al otro es la condición inexcusable para el desarrollo de vínculos estables de la confianza activa.
