Cartas al director

cuando el embuste se hace rutina

 Llegaron al poder prometiendo que eran gente “previsible”, que lo de ellos era bajar impuestos y proteger los logros sociales y , muy importante, que eran especialistas en salir de las crisis económicas, tal y como lo habían hecho los gobiernos de Aznar en el pasado.
Nada más asido el timón del gobierno del país, subieron salvajemente los impuestos, alegando la quiebra dejada en herencia por el Sr. Zapatero, protestando que tan pronto la situación amainase, procederían a rebajar lo antes elevado.
Recortaron las pensiones, por el sencillo procedimiento  de subirlas muy por debajo del coste de la vida (IPC), rebajando sensiblemente el poder adquisitivo de los humildes e indefensos pensionistas, a los cuales para buen remate de la “faena”, les aplicaron un “recetazo” de agárrate y no te menees. Pero como Dios aprieta pero no suelta, sale la catecúmena ministra de Trabajo, se remanga, agarra, va y larga la propuesta de un nuevo “recetazo” al alza.
Y todo esto para seguir instalados en la crisis con sueldos y pensiones de miseria, y una deuda pública que ya alcanza el cien por cien del PIB. Mientras se rescatan autopistas como rescataron cajas, con dinero público, y la corrupción florece a todos los niveles. Toda una hazaña que viene a completar la “sinecura” que el gobierno nos brindó en su primera legislatura. O sea, si no quieres caldo siete tazas.