A poco que atisbemos nuestro entorno, en el futuro el “homo sapiens” está atentando contra la biodiversidad no sólo en lo concerniente especialmente a las especies en general, sino a la apicultura en particular.
Los plaguicidas (pesticidas) están afectando al mundo de las abejas. ¿Por qué? Pues, sencillamente influyen en la vida y salud de las colonias de las mismas. Los nicotinoides o mejor la nicoteniasis afecta a medio plazo a su supervivencia, que se ve amenazada por una muerte atroz; mueren por una suerte de calambres y rigor mortis, extrapolable a los humanos.
¿Qué ocurre con todo ésto? Pues que una de las funciones de las mismas es la polinización que cae bajo mínimos; incidiendo en los árboles y matorrales, que se ven afectados sus frutos de esta guisa. Por lo dicho se acaba la miel tan sana y sabrosa.
Las veluntinas hacen estragos con ellas, siendo asesinas y carnívoras con sus múltiples enjambres.
Yo ya no veré con éxito las campañas venideras, pero auguro un final feliz para estos insectos tan beneficiosos y bellos.
“Ama a la naturaleza, que te ha sido dada, y merece el mayor de los respetos”.
