Cartas al director

Los nuevos pintas

 En un gran espacio de tiempo atrás en cualquier lugar del mundo las personas con un alto grado de descuido en su aseo junto con malas mañas puestas en práctica siempre fueron calificadas como pintas, esa fama se la ganaban los sujetos a pulso y se movían errantes con el estandarte mientras que cualquiera que se cruzaba en su camino tomaba las pertinentes medidas de seguridad, y no era para menos.
A día de hoy ciertos estilos y actos siguen de rabiosa actualidad, no hay más que echar un vistazo a parte de los representantes en los distintos parlamentos y en especial el catalán para encontrarnos con especímenes merecedores de tal calificativo.
Toda esa tropa que se ha visto favorecida por los despropósitos y mala praxis de los dos “grandes” partidos que entre tanta corrupción y decisiones nefastas el desánimo y la desilusión del pueblo queriendo buscar una alternativa les ha situado ahí, y lo malo del caso es que se han acomodado de forma que aparte de revolver la sociedad quieren hacerse con el timón del país, podíamos ir más lejos, quieren hacerse literalmente con el país. En paralelo a lo que estos grupos hacen, lo que se puede entrever es la imagen que en general emana de los comentarios de todos los grupos políticos, es que se parecen enormemente a las especies más carroñeras que en un buen documental nos pueda mostrar. Como si de hienas se tratase todos se arremolinan entorno a la carnaza (o sea nosotros) con el propósito de no soltar bocado y a ser posible coger una tajada mayor. Crean tal desolación al ver que nosotros quedamos en segundo plano y hasta los siguientes comicios como si no existiésemos. 
Es tan descarada su actitud que no pueden disimular ni un poco el hecho de repartirse el pastel sin contar con nosotros para nada, al día siguiente de las elecciones ya se consideran con total autoridad e inmunidad para hacer, deshacer y entrar en el mercadeo del reparto de la tarta que con las normas que ellos mismos se han adjudicado les dará por mucho tiempo estabilidad económica, pues han hecho de la política su carrera, o sea ladrones de guante blanco