Cartas al director

tan poquísimos ricos y tantísimos pobres...

 Empezaba la semana y, como casi siempre, iba tomando nota de los cotidianos aconteceres de la vida que más me llamaban la atención y, una vez más, nos volvían a recordar la gran ignominia que sigue arrastrando la humanidad: “El 1% más rico tiene más dinero que todo el resto del planeta”. Y, por lo que respecta a nuestro país, nos informaban que “la desigualdad social aumenta a pesar del crecimiento”. Es como la voz aquella que clama en el desierto de las perversidades humanas y que nos advierte de que la pobreza, la más devastadora enfermedad social existente, tiene su origen en la injusta distribución de la riqueza. Esta es la razón que determina que sigan existiendo tan poquísimos ricos y tantísimos pobres en el mundo...  
En noviembre de 1996, tiempo en el que ejercí el cargo de secretario general de la Federación Catalana de entidades Unesco, me cupo el honor de impulsar en la ciudad en la que vivo unas exitosas Jornadas Internacionales para la Erradicación de la Pobreza, en las que participaron reconocidos expertos de todo el mundo. En la declaración final de las jornadas, documento que se remitió a las máximas instancias políticas españolas y europeas, se destacaba, entre otras muchas consideraciones, que “la pobreza contemporánea es el resultado de la lógica de un sistema global que genera simultáneamente una riqueza inmensa e insuficiencias profundas” (extracto recogido de mi libro “Memoria de un compromiso”).
En el reciente informe que daba a conocer la ONG Oxfam Intermón se subrayaba que la fortuna de Amancio Ortega, de su hija Sandra y de Juan Roig, ha crecido hasta equivaler a la riqueza sumada de 14,2 millones de españoles; al tiempo que precisaba que España es el segundo país de la Unión Europea, donde más crece la desigualdad.
Y, en medio de tan vergonzantes datos estadísticos que nos deparaba el vigente sistema neoliberal-capitalista, irrumpía mi amigo (“El Cínico”) para comentarme lo de Paquita Martín, quien días atrás se llevó la ovación del público de la ‘Sexta Noche’ al preguntar: “¿Por qué las mujeres tienen que tener las pensiones más bajas que los hombres? Tengo 91 años, pero no soy gilipollas”, precisó. ¡Genio y figura…!