Cartas al director

Sobre las condenas de la "red del Culebra"

Me dirijo a ustedes debido al seguimiento que siempre le dan en sus páginas al caso que le afecta a mi familia y otras personas relacionadas con mi padre, concretamente tras las últimas informaciones publicadas (domingo 11 de junio) acerca de la que usted llaman"red del Culebra". Dado que siempre transcriben la información facilitada por fuentes judiciales, me decido por este medio a ponerles al corriente de la versión u opinión de nuestra parte, en este caso los condenados.
La sentencia de la Sala es ahora firme tras la desestimación del recurso de Casación y la inadmisión del recurso de Amparo que conocimos hace unos meses, para nuestra gran sorpresa y decepción dado lo flagrante de las violaciones constitucionales que han prevalecido en este caso. La sentencia de la Sala confirmó al 100% las peticiones del Ministerio fiscal siendo avalada por el supremo, y nuestra petición de Amparo inadmitida por el Constitucional.
Nuestra opinión, la de mi madre, de mis hermanos o la mía es la gran apariencia de persecución, caza de brujas o merienda de negros que ha tenido todo el proceso, en el cual nuestra suerte ya estaba decidida de antemano, dirigiéndose en cada momento la toma de decisiones a las Salas u Órganos adecuados para garantizar el feliz final que el Ministerio Fiscal reconocía perseguía: la adjudicación de todo nuestro patrimonio al Estado.
Ciertamente esta es una opinión nuestra, pero no deja de ser corroborada por datos objetivos y compartida por personas ajenas e imparciales a la vista de las actuaciones.
Es por eso que confiábamos en que las instancias superiores pudieran poner algún freno o límite a las ansias castigadoras de la Audiencia Provincial al menos y como último extremo en cuanto a la graduación de las penas impuestas, que ilustran muy bien la animadversión en contra nuestra. Digo esto porque tanto mi madre como mis hermanos y yo hemos sido sentenciados a 5 años de prisión en el tramo superior del delito de blanqueo que normalmente ca de 2 a 4 años, y esto siendo la acusación contra nosotros la de haber consentido en figurar como titulares en los bienes de mi padre desde los años 80, y dándose por probado que conocíamos sus actividades ilícitas únicamente por el hecho de que teníamos que saberlo porque mi padre tuvo una condena por tráfico de hachís en 1996. Son eso garantías judiciales o una utilización abusiva e interesada del Código Penal? Otras  sentencias exigen una participación activa en las actividades de blanqueo y confirman que la culpabilidad no viene del mero hecho de ser familiar cotitular de bienes, el conocimiento hay que demostrarlo.
En cuanto al origen de los bienes, que es mi padre, únicamente quiero mencionar que tuvo una actividad conocida e intensísima toda su vida como empresario en el sector del automóvil, subastas, pesca y el juego con participación plenamente demostrada durante la vista en varios bingos en Portugal, todo ello acreditado mediante prueba pericial aportada por nuestra defensa en la vista justificando todas las cantidades y patrimonio existente. Mi padre no justificó su patrimonio por ganancias a la lotería, sino de forma mucho más rigurosa, pero completamente ignorada por la Sala sentenciadora.
Este despropósito se ha hecho extensivo también a otras personas como mis primas que han sido condenadas a 4 años.
Podría extenderme más, pero todo lo anterior no es más que una introducción al contexto de la situación que estamos viviendo y que fue reflejada en su artículo del domingo 11 de junio, y que es lo que viene al caso.
En este artículo se dice que hemos protestado con un aluvión de recursos y que ya no podemos demorar más la entrada en prisión. El "aluvión" de recursos así como otras acciones que hemos tomado como la petición del indulto o de nulidad de actuaciones suponen el legítimo derecho a nuestra defensa, a lo que no estaba acostumbrada la Sala dada la pasividad y conformismo con que se había comportado nuestra defensa hasta el momento. Ahora esta defensa sigue otra línea y no pensamos renunciar a ella hasta el final dada la gran injusticia cometida. En septiembre presentaremos recurso al Tribunal Europeo de los Derechos Humanos de Estrasburgo como no puede ser de otra manera.
Tanto el recurso a Estrasburgo como la petición de indulto son motivos que serían suficientes para dejar en suspenso nuestro ingreso en prisión si no fuera por la animosidad que reina contra nosotros. Después de tantos años de proceso y haber cumplido ya todos los miembros de la familia penas preventivas considerables de prisión, así como haber estado firmando en el juzgado todas las semanas, y gozando todos de domicilios fijos y puestos de trabajo perfectamente conocidos, hijos, etc... cual es la necesidad de enviarnos a prisión tan urgentemente y a todos juntos antes de que sean todas las actuaciones completamente firmes? Por qué negarnos el derecho a esperar por la resolución del indulto? En el caso de que se concediera, aunque fuese parcial, si ya estamos cumpliendo la pena en prisión, su efecto hubiera sido ilusorio. Por qué ese encono? Mi padre ya es ajeno a la situación dada su edad y su estado de salud.
Querer ejecutar las penas de prisión en este momento y a todas las personas de la familia conjuntamente, dejando desatendidos los domicilios con menores de edad y dependientes que viven en ellos se manifiesta en estos momentos y de forma objetiva y evidente como un escarnio desproporcionado contra mi familia.
Es por eso que estamos y seguiremos luchando legalmente hasta las últimas consecuencias. Ahora la Sala ha dictado Auto de busca y captura para obligarnos a ceder e ingresar. Ese es otro abuso flagrante ya que en ningún momento han desconocido nuestro paradero ni hemos dejado de dar la cara, saben muy bien donde venir a buscarnos si el Juzgado llega a ejecutar la busca en su afán ejemplarizante contra nosotros. Lo que estamos pidiendo ahora es que se nos notifique personalmente de todas las resoluciones que sirvieron de base para incoar la pieza de ejecución, así como que no sea simultáneo el cumplimento de las penas para mi madre y mi hermana, ya que son las únicas personas adultos que comparten domicilio con 2 menores de edad. Lo cual es de justicia. El fin que nos mueve es pelear por nuestros derechos y en ningún caso escaparnos ni eludir la acción de la justicia, que debe regirse por los principios de equidad y proporcionalidad a los que por lo vista somos ajenos.