Cartas al director

Hablando de vinos

Creo –mi opinión- que ya somos muchos hablando de nuestros buenos vinos gallegos -y así, de los nacionales- en estos últimos años. Saborearlos para quien nos agrada, es un placer. Desde los tiempos de los romanos, se vienen comentando los de aquellas privilegiadas laderas del Sil -como tan difíciles son para explotar-. Ahora, se vienen puntualizando y agrandando nuevas zonas en esta región, con renovación de plantaciones de nueva calidad de uva a la que nada hay que objetar. Multiplicándose nuevas bodegas, mejorando cada año su elaboración, presentación y venta. Dispuestas como nunca para competir internacionalmente. 


Un pequeño ejemplo: Conocí personalmente la Cooperativa de Monterrey la única que había en Verín, donde adquirí, sin etiqueta, unas botellas para a uso propio –que, dicho sea de paso, excelente vino de mencía, de cepa vieja-. Hoy allí las bodegas acreditadas, ya son unas 25 y así en proporción, en nuestra tierra (claro que para eso dejé pasar mis 97 años). Esto me pasó en el Ribeiro, Cambados, Salvatierra, La Guardia y otros, donde no se conocían las etiquetas, o mejor dicho pocas se usaban, incluso en Portugal, pero ojo, en aquel País pronto fue prohibido llevarse un par de cajas sin tal origen, donde nos llevan años de ventaja en la preparación, transformación a dulces, presentación y exportación de lo que nuestros gobiernos, nunca se percataron de ésta sólida economía.

 
No nos engañemos, buenos vinos los tenemos en muchas partes de este universo -dejando ya Europa-. Me agradó el que producen en una parte de la India. En Nueva York, el de Falcon Crest. En México -me informaron de las plantaciones realizadas por González Vías. Y no digamos de las plantaciones que se vienen realizando en Australia. Aquí dio un vuelco en estos últimos años sin precedentes en su exportación, con el que se puede competir en todo el mundo, ofreciendo calidad y negociando, sin esperar a que nos vengan a casa, y se pierda ésta oportunidad de oro. Gracias a los decididos iniciadores. Lo que aprovecho para felicitar al señor Nuñez Feijoo, por una de sus recientes misiones sobre el particular, a China.

 
Ya no digamos de los viñedos, en terrenos quebradizos, o escalonados que poco o nada se podrá hacer, donde tan buena calidad de vino se cosechaba, pero hay muchas zonas inapropiadas para el uso mecánico que, por ese minifundio, en tanto no se logre entendimiento, voluntad, o bien por imposición de Ley para explotar, seguirá abandonado. Salvo que a Portugal se le ocurra alguna idea que luego podamos copiar, modesta opinión.