Cartas al director

Ciudadanos y su plataforma "España ciudadana"

Tiene un horizonte prometedor, que debe llenarnos de esperanza desbordante. Que harán revivir los sentimientos patriotas. En millones de ciudadanos de este gran país, llamado España. Que cuando por distintos motivos exhibían su bandera o escuchaban con fervor , respeto y en silencio su himno , eran abucheados o tildados de acomplejados y fachas. Esto viene sucediendo regularmente y con más intensidad los últimos años, a lo que agregaron la quema de fotografías del Rey, en una España extraviada, sin rumbo ni destino, para sus sentimientos identitarios, como nación democrática y libre. Lo triste de todo ello, es el silencio que algunas autoridades exhiben para intervenir y también castigar ejemplarmente esta ofensa inadmisible a nuestra patria. Lo de Catalauña, hoy, es  un aviso que pone de manifiesto la complicidad  e indiferenecia de los dos grandes partidos, PSOE y PP. Son los mismos que hoy critican el nacimiento de esta Plataforma de la España Ciudadana, porque le saca los colores de su indiferencia patriota y los pone en jaque ante la ciudadanía, que ama y quiere a su patria unida y fuerte, por encima de los sentimientos políticos.
Fue Ciudadanos quien despertó este sentimiento nacional, olvidado y con una muy dudosa y traicionera complicidad en la educación pública de nuestros hijos desde hace treinta años. Lo que fue aprovechado por los separatistas y sus confluencias de izquierdas para echarle un pulso al Gobierno actual , ayudados por Podemos y su deervia extremista con desprecio incluido de su cacareado mantra. Es un trapo mugriento y sucio, el himono, una pachanga pastosa y facha, que nos recuerda a Franco. Ello confundió a mucha gente y entre ellos, quienes anclados en su pasado, exhibían en sus mítines y actos de partido la bandera republicana o la roja con la hoz y el martillo. Otros, anclados en sus complejos y cobardías, trataban de medio esconderla, para evitar contratiempos y jugar a la ruleta rusa con sus votantes. Hoy, todo se derrumbó, como ya decía Panchito Rice, con su celebre canción. Y es Ciudadanos quien nos llama a filas para colaborar en esta obra de rescate institucional e inminente apra revivir los sentimientos patrios de antaño.
Y cada palo debe aguantar su bandera. Entre ellas, la nacional, que nos representa  todos los españoles y le debemos respeto, cariño y defenderla sin tapujos. Solo falta el ponerle letra a nuestro himno, y que se respeten ambos, como se merecen quienes vivimos lejos de la patria, muchos años y veíamos como se respetaban y apreciaban esos símbolos patrios por sus nativos. Nos producía envidia y mucho se parecían a los que desde la infancia y los sentíamos por nuestros. Que nos llenaba de emoción cuando lejos de ella la veíamos ondear o escuchamos su himno con las lágrimas en los ojos. Viene a mi recuerdo aquella despedida el 17-11-57 en el puerto de Vigo, éramos ochocientas voces emigrantes despidiéndonos de nuestra patria y familia en al cubierta del Irpinia, cantando a capela El emigrante de Juanito Valderrama. También recuerdo la sabias palabras pronunciadas por un profesor francés en i pasantía por la escuela hotelera. Los jóvenes para enfrentarse al mundo confuso que se avecina, deberían haber pasado pro las escuelas primarias, la emigración o la mili. Ello sucedió a principio de los sesenta. Se lo he repetido hasta la saciedad a mis discípulos y muchos de ellos llegaron a triunfar en su vida privada y profesional.
Esta plataforma no puede convertirse en un eslogan temporal para el engaño masivo. Ya que puede correr el riesgo de convertirse en hambre para hoy y miseria para mañana. Su puesta en marcha y la profundización de sus fines específicos, deben ilusionar y crear esperanzas en mucha gente, pero optaron por otra cosa distinta y distante que aquí nos trajeron y ya no caben más disculpas. Nos regeneraremos o sucumbimos ante los cantos de sirena de los extremistas y sus socios, los separatistas. Todos ellos, enemigos de nuestra patria común España.
Todo ello, lo define claramnte el humanismo cristiano de Jacques Maritain en su Humanismo Fibral del hombre y el Estado.