Nombre José Miguel Pérez Seijo
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Me estoy refiriendo a algunos que presumen de periodistas sin serlo (sin título) y que, en consecuencia, no informan con equidad e independencia, tal vez porque son simples vasallos que ni ponen ni quitan rey pero que ayudan a su señor para mantenerlo en su poltrona.
El presidente del Celta, Carlos Mouriño, si sabe lo que quiere para el Club y como nadie en este municipio sabe escucharle ni entenderle es lógico que se busque la vida fuera de Vigo.
Porque lo que necesita el Celta para seguir compitiendo con los mejores equipos de la mejor liga del mundo y en Europa es contar con un patrimonio en el que basar su futuro. Y el momento actual es el adecuado porque el club tiene una solvencia económica que le permite hacerlo.
El Celta actual es de los pocos equipos españoles sin deuda alguna, con una gran organización a todos los niveles y que genera un beneficio neto anual en torno a los 12 MM de euros. Y esto lo ha logrado Mouriño. Y si este hombre ha sido capaz de llegar hasta aquí no me cabe duda alguna de que será capaz de poner, al menos las bases, para hacer al Celta más grande y garantizar su futuro. Esto es lo que queremos los celtistas de verdad y no los que piensan a corto plazo porque no ven más allá de sus narices.
No nos engañemos. Balaídos no tiene futuro a largo plazo porque no es un estadio moderno sino viejo (la grada más "moderna" es de 1982 y las demás no sirven). Ha sido un error "reformar" la tribuna actual y hacerlo sin el asesoramiento de los que conocen el fútbol y los estadios modernos actuales. Y el resultado está a la vista. Todo un desastre en el que se han tirado muchos millones de euros. Además no existe financiación alguna para rehacer los fondos del estadio actual con el agravante de que se ha eliminado el aparcamiento previsto. Diga lo que diga el embustero caballero de "estadio excepcional" nada de nada. RUINA EXCEPCIONAL. Esa es la única realidad que pagaremos (?) todos los vigueses por la dictadura municipal. Y este menda se niega a ello, por completo.
Lo ideal hubiese sido venderlo al Club y que fuese la actual directiva la que programase las obras. Pero tampoco se ha aceptado esta fórmula porque "el estadio es de Vigo y de todos los vigueses y por eso no se vende". Una patraña absoluta, llena de demagogia política que muchos se han tragado olvidando de quién han salido esas palabras. Del peor alcaldito de la historia reciente de la ciudad de Vigo. Un tipo soberbio hasta la saciedad, sectario hasta la médula. Un embustero patológico y decrépito al que ya no le funcionan los pocos neurotransmisores que le quedan.
El estadio de Balaídos es otro cortijo del alcaldito y de todos los chupópteros que allí se sientan por la cara. Gorrones pero no celtistas.
Claro que el Celta se venderá porque el presidente actual no es eterno pero el Celta necesita patrimonio: Lo primero ya lo tiene: una sede en el centro de la ciudad. Pero falta un estadio propio que pueda ser rentable (cosa imposible en Balaídos donde ni le dejan abrir el bar y la tienda deportiva en los bajos de tribuna por capricho del alcaldito) y una ciudad deportiva para acoger a la cantera.
Lo que está haciendo Mouriño con los mimbres actuales es asombroso. Solamente cuatro campos en La Madroa para dos equipos profesionales y todas las categorías inferiores del Club.Paupérrimo.Pero será difícil progresar adecuadamente en el futuro sin las infraestructuras adecuadas. Y ojo, porque que esas instalaciones no estén dentro del término municipal es lo de menos. El Celta siempre será de los celtistas. Estén estos dónde estén; en Vigo, su área metropolitana, en Galicia o en cualquier parte. El apellido del club siempre será el mismo (de Vigo) y todo ello será mucho más fácil conseguirlo con las infraestructuras que pretende Carlos Mouriño. Ánimo, presidente. A por ello. Demuestre a los incredulos lo que es capaz de hacer por el Celta y por Vigo.
