Cartas al director

La trivialización de nuestra historia está en marcha

 Es precisamente lo que hoy intenta escenificar, ETA y sus cómplices con este nuevo paripé y con aviso incluido de su penúltima disolución, sin que ellos y sus albaceas en la sombra, reconozcan que hace tiempo fueron derrotados por nuestros Cuerpos y Fuerzas de Seguridad, conjuntamente  con los jueces. Estos son los guardianes de nuestra democracia e integridad nacional. Atrás quedó, para la verdadera historia terrorista de nuestro país, esa tragedia causada por ETA y su terrorismo irracional y xenófobo que ya causó más de novecientas víctimas y sus daños colaterales que obligaron a más de 150.00 vascos a abandonar su tierra y auto exiliarse. Mas de trescientos actos terroristas siguen hoy si clarificarse, por su falta de colaboración con la justicia, como contrapartida nos anuncian su disolución, con un perdón condicionado para sus víctimas, acompañado de otro comunicado de perdón de algunos obispos del País Vasco, Navarro y Bayona. Tal vez estos últimos lleguen demasiado tarde, el daño causado por su complicidad fue terrible para la iglesia católica, e inaceptable para sus feligreses que compartían con las víctimas estar siempre prestas al perdón. Jamás utilizaron la justicia como venganza y menos por su propia cuenta, pero sí intentaron humillarlas y obligarlas al olvido  y eso no es tolerable, ni aceptable. Según su teoría totalitaria la democracia debe pasar de juez a víctima y detrás de un biombo. Ese es su tributo y respeto a nuestra democracia.
Hoy intentan aprovechar la situación actual de Cataluña para hacer un combo revolucionaria. Intentan internacionalizar ambos conflictos. El terreno ya fue abonado para ello con el dinero de todos nosotros y sin nuestro consentimientos, sus agitadores estratégicos de la extrema izquierda separatista, ya los aconsejan seguir la misma hoja de ruta que Cuba diseñó, implantó y probó en el conflicto colombiano, con la narco-guerrilla y sus farsantes de turno. Los fracasos cosechados, luego de un año de aquel paripé, son inaceptables para el pueblo de Colombia y el mundo democrático, todo ello para nada los intimidó y su coro mediático sigue intacto y en acción, hoy fustigando a nuestra democracia. Al efecto ya están buscando nuevos actores de reparto para repetir el engaño con ETA. Poco les importa que Obama, el Papa Francisco y otros muchos que se prestaran para aquella traición, con premio novel incluido, o que el Cardenal venezolano Ursa Sabino, le echara en cara al Papa, su irregular comportamiento y le renunció a su primado en gesto que lo honra. Así vive Colombia hoy, sus tragedias, luego de que Santos y sus cómplices traicionaran a su pueblo, que en referéndum le dijo No a su proceso de Paz, pero él siguió  s farsa traicionera de las instituciones y la descomposición social se multiplicó en su país, por su borrón y cuenta nueva que llevó a los verdugos de su pueblo al Congreso de la República. Aquí ETA, ya fabricó a su hombre de paz, el es Arnaldo Otegui. ¿Alguien en nuestro país puede creer en su sentir de veras? Es un eslogan melancólico para la galería etarra, no para las víctimas de su barbarie y el pueblo español en su conjunto.
Sr. Presidente, D. Mariano Rajoy no consiente que los presupuestos de la Nación sean la moneda de cambio del PNV para aceptar una negociación traicionera, en contra de la integridad y seguridad del país. Usted, con su trabajo político, logró sacar el país de aquel callejón sin salida, heredado de Zapatero. Hoy a lo sacó de la UVI y lo pasó a planta, con síntomas claros de recuperación. Lo de Cataluña está en marcha, su normalización, con la aplicación del 155 de nuestra Constitución y los jueces, actuando, son hechos reales para la defensa de nuestra integridad democrática. No relatos y falacias acomodadizas, como utilizan los separatistas y nacionalistas que la historia juzgará. El aviso que vd. hace sobre la deriva que se inicia en Baleares y en Asturias con el bable, debe concienciar a todos los políticos españoles y en especial a quienes hoy allí gobiernan, para no seguir alimentando esta pandemia desintegradora en algunas Comunidades Autónomas. Los ejemplos y sus consecuencias están a la vista, ya lo dijo en su día Stefan Weig: el nacionalismo es la peor de las pestes. Atajémosla unidos, con las armas que nos ofrece nuestra democracia y lograremos erradicarla.