Cartas al director

Al PP hoy no le queda otra que deslastrarse y refundarse

n  n  n Si y caiga quien caiga. Su actual situación es insostenible y si fuere necesario pedirle perdón a todos los españoles, como ya lo recomendó en sus días pasado Miguel Santalices, destacado dirigente, hoy presidente del Parlamento gallego. Cuanto me recuerda aquel valiente llamado del alcalde de Ohio, cuando las preferentes también lo dejaron solo y lo mandaron callar, el oscurantismo mediático y los compromisos extra partido fueron arrinconados para entregarnos al mejor postor. Así se crearon cortinas de humo y medidas internas que nadie quiso atajar porque algunas formaban parte del aparato del "corrí, ven y dile". Esta situación anómala con falta de control interno incluido, creo que este despropósito que vive hoy nuestro gran partido debe ser atajado y superado.
Nuestra historia política no puede estar ligada a los caprichos e intereses bastardos de un sin fin de aventurero que fueron introducidos en nuestras filas de contrabando, faltos de ideología, afín, moral y ética, así pretendieron convertir al PP en una sociedad de cómplices, solo para delinquir, bajo el paraguas protector de sus siglas, sus andanzas irresponsables, con abversarios políticos incluido nos llevaron a este triste espectáculo que se inició en algunos pueblos y con una pandemia a toda España, sin que autoridad alguna del partido se percatara de ello, o vieron para otro lado, Es más, siguen hoy pretendiendo y apoyando a quienes llenos de cinismo quieren repetir sus aventuras a pesar de los enfados y desconciertos provocados en sus mandatos anteriores, con desgobierno incluido.
Quienes veníamos de vivir una situación similar en Venezuela y nos integramos al partido aquí luego de retornar a la patria en 2004, observamos con preocupación los síntomas de corrupción muy similares a los dejados atrás y dimos la voz de alarma, pero en vez de averiguar y corregir se optó por la descalificación y acorralamiento. De nada sirvió haber ayudado a fundar este gran partido lejos de la patria los años noventa y ayudar aquí a Feijóo a llegar a la Secretaría General y luego a la Xunta en 2009, a la que contribuí orgulloso, como militante disciplinado pero no sumiso o incondicional. Los hechos y el tiempo me dan la razón de mis denuncias. Solo cabe la reflexión aquella que públicamente podía entonces y sigo esperando respuesta. Tal vez sea demasiado tarde quienes respondían llenos de soberbia y arrogancia eran sus incondicionales cuando ante sus desviaciones y ocultamientos le preguntaba si ere consciente del daño que ocasionaba al partido. Su respuesta no se hizo esperar: ¿Cúal partido? Mi desconcierto y el del testigo presencial, un concejal del PP fue latente y esclarecedor, ello me hizo entender donde estaba yo metido ejerciendo de (Vicepresidende del PP en Moaña del 2005-2009), a ello renuncié de forma inmediata con comunicación las autoridades provincial y regional, la respuesta la sigo esperando luego de sufrir acorralamientos y vejaciones intolerables, incluyendo la de (terrorista dentro del PP por exigir respeto y compromiso con el mismo. El silencio y la complicidad siempre fueron hayados comunes y hoy atormentan al PP.
Sr. Presindente Mariano Rajoy, ud. es una víctima más de esta descomposición heredada y tal vez no tuvo los reflejos oportunos para atajarlo en tiempo y forma. Su trabajo y honestidad son atributos que la historia ya refleja y que los españoles le reconocieran por habernos salvado del abismo económico dejado como maldita herencia por Zapatero. Tal vez falló ud. en lo político por el desconcierto y desorganización que vive le PP y cuyas andanzas delictivas pasadas afloran hoy con las sentencias de los tribunales que salpican y condenan a nuestro partido . Ellos nos obliga a refundarlo y si fuere menester pedirle perdón a nuestros militantes y votantes, y cada palo debe aguantar su vela. El PSOE de Pedro Sánchez nada bueno les espera con sus Eres de  Andalucía y las tropelías de Valencia. Eso no será consuelo alguno para nosotros pero si destaca el cinismo y deslealtad de Pedro Sánchez con sus ansias desmedidas de llegar a La Moncloa como sea incluyendo la moción de censura que hoy propone que en mucho se parece al arrebato de histeria y cinismo vividos en 2004 con Zapatero y los atentados del 11-M, el Pretige y la guerra de Irak. La lealtad del PSOE es la de siempre y solo busca réditos políticos puntuales sin importarle sus consecuencias y tragedias que todo ello suscitará por ser contrarias a los intereses del país. Amanecerá y veremos salir el sol, los crecientes nubarrones y el crepúsculo vespertino que nos trasladará a las tinieblas de noche. Escojamos entre todos ellos y tú sigue ciego tu camino  con permiso de mi amigo Arcadi Espada.