Cartas al director

Los "maromeros" del PSOE y del PP

 Ya están aquí y asomando cada uno sus miserias y tragedias, "los maromeros" del PSOE con su "no es no" y los del PP con sus "complejos y cobardías" que nos impiden hacer frente al asalto que pretenden perpetrar los separatistas catalanes y vascos a nuestra soberanía y unidad nacional. Ellos tienen años preparándolo tanto en Cataluña como en el País Vasco. Los primeros están envalentonados con su cinismo y provocación, para confundir, mintiendo descaradamente para crear su república bananera para acabar con el progreso y libertades que hoy disfrutan. Y los segundos utilizado (la violencia, con tiro en la nuca incluido) buscan lo mismo, para conquistar su independencia, capitaneados por ETA, la misma que hoy como señuelo dice pedir perdón y que de veras, pero condicionado. El que confían aceptemos para complementar su engaño masivo.
Los dos grandes partidos actuando según su línea de conducta rodeada de múltiples complicidades obscenas y cesiones humillantes para todo el país. Deben cambiar su línea de conducta de los últimos años para hacer frente común al desafío separatista al que nada le importa el cómo, con quién o el para qué. Sus posibles consecuencias ya las tenemos a la vista hoy, y son una amenaza latente para la convivencia de todos los españoles. Pero lo más triste es observar a los dos grandes partidos causantes directos de todo ello, que tienen serias dudas para rectificar y ponerse de acuerdo para salvar nuestra patria común de este posible desastre por ellos fabricado y escondido durante años. La hora de la verdad los acorrala y uno debe preguntarse ¿A qué esperan para rectificar hoy? ¿Tal vez mañana sea demasiado tarde para hacerlo?
No cabe duda que el ser humano es esclavo de lo que dice y rehén de lo que hace o fabrica con sus hechos. Quienes tienen muchos años jugando al gato y al ratón, en ese mundo separatista. Hoy ya metidos en esta espiral desconcertante de agravios y amenazas a la integridad y prosperidad de la nación, nos hacen recordar aquellos valientes políticos que ayer fueron capaces de anteponer el bien del país por encima de sus sentimientos ideológicos para instalar nuestra democracia en el 78. Fruto de ello, tenemos cuarenta años de progreso en libertad, lo que hoy todos disfrutamos y algunos intentan cargarse. Y obligados estamos a cuidar y proteger de sus enemigos comunes. De todo existe en la viña del señor y las malas compañías siempre son propicias para el error o la provocación y continuidad de los mismos. Quienes fuimos testigos y víctimas también de algo muy similar en Venezuela, no podemos guardar silencio y levantamos la voz una y mil veces si fuere necesario, a sabiendas que algunos nos tilden de aguafiestas o profetas del desastre. Nadie escarmienta en cabeza ajena y e camino al desastre no tiene cercas. Pero si lo marca el declive económico de una comunidad o país. A lo que ya se apuntó ciegamente hoy el separatismo catalán, viviendo hoy los primeros coletazos de ese tortuoso camino a "ningures". Más de cuatro mil empresas ya huyeron de Cataluña en un solo año. Y son muchos los eslabones de esa cadena de errores que se entrelazan entre sí. Donde participan en primera línea los separatistas, extremistas y golpistas radicales de todo pelaje con sus okupas y variadas mafias de anarquistas y los nuevos comunistas disfrazados de socialistas del siglo XXI.
Definamos el camino sin aceptar las contradicciones habituales de quienes su única intención es asaltar nuestro estado de derecho y someternos a su dictadura separatista comunista. Variados son sus caminos y también sus intenciones. Esta semana se inicia un nuevo capítulo de la farsa que ya instalaron en Cataluña y solo cambian actores para seguir sus amenazas con su diálogo lo que para ellos significa rendición a su proyectos rupturista. Los constitucionalistas deben definir el suyo con su estrategia y rumbo para plantarle cara con el Estatuto, la Ley y nuestra constitución a al expectativa están hoy los vascos ya desarrollando su estrategia emparentada con la de ETA y sus extremismos que nos aportarán otro capítulo más lleno de sorpresas y complicidades. Alguno de sus socios extremistas ya apelan a sus novedoso mantra: que su patria es la gente. También Lenin, Stalin y Hitler llegaron con su gente y los llevaron directamente al patíbulo. Amanecerá y veremos. Y tú sigue ciego tu camino con permiso de mi amigo Arcadi Espadas.