Cartas al director

Los flujos migratorios de ayer y de hoy

Las necesidades siguen siendo las mismas, cambian si, las formas de acceder al país de acogida con las garantías que te ofrece la legalidad de origen para el ingreso al mismo, que te obliga al cumplimiento riguroso de cada una de sus exigencias, para garantizar tu ingreso, estadía y derecho a un trabajo digno. Ello conjuntamente con tu comportamiento, te abrirá  las puertas al progreso de ese nuevo país y tu integración al mismo, compartiendo y respetando sus usos y costumbres, para con el tiempo, hacerte acreedor de formar parte de su propia familia, con todas las garantías constitucionales.
Cosa distinta y distante viven hoy quienes, entrando irregularmente al país, son sometidos a presiones de las mafias que controlan sus viajes improvisados, utilizándolos como conejillos de indias, que ellos controlan y manejan para su irregular y provocativo negocio. A esta forma irregular contribuyen algunos políticos, que los reutilizan  para sus fines perversos de camuflaje, corrupción y apaño, lo que hace casi imposible su acceso a un trabajo digno y su estadía normal para ellos y sus familias. Aquí empieza la descomposición social, con variadas vertientes que los políticos tratan de camuflar, apelando a nuestros sentimientos de solidaridad que todos llevamos adosados a nuestro corazón y es sensible ante cualquier necesidad o desgracia humana.  Su abusivo uso y abuso con retranca, no puede llevarnos a permitir esta confusión invasora y descarada con fines destructivos. No podemos permitir que alguien invada nuestra casa, sin permiso y se instale en ella y disfrute de todas sus comodidades. Llegando al extremo de amenazarte con expulsarte de la misma, cuando tratas de acceder a ella y defender tus derechos, todo ello cuentan con el beneplácito de alcaldes y políticos, que poco o nada le interesa la integridad y seguridad de su país. Este es el drama que hoy amenaza a toda Europa y a España en particular. Si no queremos ver la cruda realidad y nos negamos a buscarle soluciones efectivas, nos veremos abocados al desastre.
Quienes vivimos en carne propia las controversias causadas por el camuflaje que utilizó la extrema izquierda y los socialistas venezolanos (AD), con los emigrantes ilegales e invasores a mediados de los años ochenta, que en menos de cinco años, cinco millones de ilegales y sin papeles, invadieron aquel país, para la fecha éramos dieciseis millones. Se dispersaron por todo el país, creando cinturones de miseria que no tardarían en contaminar a humildes nativos, que arrastrados por sus métodos ilegales y perversos fueron creando el caldo de cultivo para una descomposición social envolvente, que terminarían con los saqueos del 89. El mismo fue utilizado para meter descaradamente a todos los emigrantes en el mismo saco del desprestigio, echando por tierra aquel trabajo serio y controlado, con la sana y legal emigración de los cincuenta y sesenta ya integrada, cuyos frutos fueron la modernización del país y creo riqueza y prosperidad aquel tremendo error, marcaría todas las desgracias que hoy vive aquel entrañable país. Las mafias y sus albaceas hicieron el trabajo de infantería que Chávez aprovechó para iniciar su viaje a ningures y llevar  el país al desastre actual.
No se trata de fantasías, cuentos de camino, o medias verdades, son realidades contrastables, que nos avisan de posibles repeticiones desastrosas par ala sociedad española en su conjunto. Los métodos y sus alcahuetes son los mismos, solo nos falta desemascararlos, para que no se repita esta triste historia ¿qué buscan Podemos, Pedro Sánchez y sus compinches los separatistas vascos y catalanes, con su apoyo descarado a la emigración ilegal que está violentando nuestras fronteras y fue rechazada por otros países? Muy pronto lo sabremos y los veremos deambulando por las calles y ciudades, pero ninguno de ellos, llevará algunos para su casa para darles casa y cobijo.
Mientras se desarrollan estos actos de solidaridad,cínica y desproporcionada en Valencia, Barcelona y la Costa Andaluza, con la entrada de miles de indocumentados, solo con pisar tierra en España ya los reciben con derechos y ayudas desproporcionadas, mientras los emigrantes españoles retornados a su tierra, luego de años de peregrinaje en la emigración, entre ellos los de Venezuela hoy, 7.000 jubilados de la seguridad social IVSS, van a cumplir tres años que Maduro no les paga. Nuestros políticos, para ellos no tienen ayudas ni se hacen diligencias por ellos. Allí estuve ayudando a la revolución con su diálogo de confusión y ramplón Zapatero, pero sus paisanos, nos entraron en su negociación. Los emigrantes españoles no tenemos puertas giratorias, lo aquí contado no es un relato, es una realidad vivida en los cincuenta años de emigrante legal en aquel entrañable país. Solo me limito a contárselo y vds. decidirán que camino escoger hoy ante esta avalancha programada y protegida vulgarmente.