Cartas al director

Recordar es vivir, y nunca será tarde para contarlo

Si Dios me lo permite, antes que olvidar, quiero recordar hoy algunas vivencias de mi pasado emigrante. Entre ellas están aquellos últimos años convulsos y traicioneros de los 90. Los que me tocó vivir en un país hermano y solidario con la emigración, llamado Venezuela. La que me crió en democracia dando sentido y razón a mis sueños de juventud que a ella me llevaron, para la que guardo un eterno agradecimiento por haberme permitido a ella acceder legalmente, para con mi trabajo y comportamiento, integrarme, crear una familia y compartir durante cincuenta años sus alegrías y tristezas. Hoy, retornado a la tierra que me vio nacer, Galicia, y henchido de morriña, siento la obligación de contar los paralelismos que hoy encuentro en sus vidas democráticas; que en mucho se parecen y asoman recuerdos no tan gratos que me obligan a contar.
A pesar de los veinte años que los separa, su ingreso al club selectos de la democracia y libertad, donde también fueron dos los partidos protagonistas, (AD socialistas y COPEI socialcristiano). Ellos fueron quienes gobernaron aquel solidario país durante cuarenta años echándose las culpas entre sí de sus corruptelas, despilfarros y abusos de poder, que para nada quisieron regenerarse en tiempo y forma pero mucho menos pedir perdón por sus fechorías. Así crecería aquel hartazgo ciudadano hacia la etapa democrática iniciada el 58. Mientras tanto, ellos seguían desprestigiándola y abonándole el terreno para que un demagogo populista y golpista, Hugo Chávez Frías, intentara aquel golpe de estado del 92, que a pesar del fracaso, le sirvió para calibrar el grado de desafección ciudadana hacia todos los políticos, que terminó dañando su apego democrático. Así iniciaría él su posterior engaño masivo centrando toda su campaña electoral en vagas promesas con supuestos y ficticios derechos, todo ello, sin sacrificios. Prometió devolver al país la prosperidad del último dictador, Marcos Pérez Jiménez, inclusive viajó y se entrevistó varias veces con él en Madrid, donde residía exiliado. Todo sucedió entre el 2000 -2017. Ya está hoy la vista de tirios, troyanos y cómplices en la sombra para ser analizados concienzudamente sus resultados catastróficos, pueden servirle de tesis de fin de curso a los estudiosos de la política ficción. De cómo destruir y llevar a la miseria más atroz al país más rico del mundo, donde hoy la libertad democrática es artículo de lujo que manejan a su antojo y manera los amigos y lacayos del régimen comunista que allí impera.
Analizando detenidamente este momento difícil y delicado que atraviesa España hoy ¿Tenemos alguna duda del paralelismo y posible conagio que Pablo iglesias y sus mariachis están tratando de revivir en España hoy? Cuyos protagonistas y cómplices son un PSOE desintegrándose y sin cabeza visible ya echándose al monte y en brazos del extremismo radical de Podemos que inició y financió Zapatero y siguió su rumbo al abismo con P. Sánchez y un Pp sin reflejos, grogui y alejándose vertiginosamente de su ideología fundacional y cometiendo los mismos errores, esperando que lo salve la campana que ya hoy le toca (rebato) su condicionado aliado, Ciudadanos, el mismo que hoy se revela y le traiciona. Antes de entrar en este túnel, sin luz y a medio destruir a Mariano Rajoy le queda una sola bala salvadora en su recámara persuasiva y salvadora para reorganizar y regenerar su partido y si es necesario,  convocar nuevas elecciones generales para que los españoles valoren y decidan sobre los cuarenta años de prosperidad en democracia. Tal vez aquí los dos grandes partidos tienen muchísimo que aportar, entre ello, rescatar la confianza del país en sus instituciones democráticas, explicándole a los ciudadanos que están dispuestos a regenerarse y pedir perdón, para, juntos, pero no revueltos, defender lo que hoy tenemos y Podemos amenaza asaltar y destruir el espejo roto en mil pedazos que como ejemplo exhibe hoy Venezuela. ¿Lo comparemos los españoles? Amanecerá y veremos qué nos depara el destino.